Buenos Aires, 16 de mayo.- Cerca de 20 mil hinchas de Argentinos Juniors celebraron esta noche en el estadio ‘Diego Armando Maradona‘, del barrio de La Paternal, la obtención del torneo Clausura lograda ante Huracán, en Parque de los Patricios.

Poco después de la consagración, las puertas del estadio de Argentinos se abrieron para recibir una incesante procesión de fanáticos, delirantes por una conquista que no se daba desde hacía 25 años.

Muchos de ellos, que no consiguieron su entrada para el Tomás Adolfo Ducó, llegaron apenas terminado el partido al estadio para recibir a los campeones cuando todavía los altoparlantes reproducían la transmisión de radio Continental.

En Parque de los Patricios, los doce mil privilegiados que obtuvieron su localidad contemplaban los festejos en el campo de juego del plantel y varios allegados, entre ellos, el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.

Los jugadores de Argentinos abandonaron la cancha de Huracán cerca de las 20 en un micro que los aguardaba en la puerta principal y cambiaron a un ómnibus sin techo, con la inscripción ‘Campeones 2010‘, para llegar a La Paternal.

El transbordo se realizó en la intersección de Donato Alvarez y Juan B. Justo, con una caravana de autos particulares detrás.

Los campeones estacionaron sobre la calle Gavilán a las 20.30 y bajaron en una fila liderada por el capitán, Matías Caruzzo, portador de la preciada copa.

La mayoría de ellos portaba una galera roja con flecos plateados y todos pisaron directamente el césped del Maradona para recibir la ovación de sus fieles.

Caruzzo colocó la copa sobre el campo de juego y en ronda contemplaron el trofeo, tomados de la mano; mientras bajaba el ‘Dale campeón…‘ de los cuatro costados de la cancha.

Después, algunos futbolistas treparon al travesaño del arco más próximo a la popular local antes de dar una vuelta olímpica, limpia, sin extraños.

El director técnico, Claudio Borghi, fue testigo de toda la celebración a un costado del campo, con un cigarrillo en su mano derecha y una bandera de Argentinos como bufanda.

Más tarde, una batería de fuegos artificiales aumentó el color y el nivel sonoro de una celebración sin horario de conclusión, de acuerdo con la promesa de sus hinchas.