Si algo quedó claro ayer tras la visita de Desamparados en Olavarría, ante Racing, fue el motivo de la caída puyutana por 4 a 3: los errores defensivos del equipo de Andrés Villafañe. De hecho, el propio DT y varios futbolistas del víbora lo reconocieron en su análisis del encuentro por la sexta fecha de la zona Sur del Argentino A. Es que Sportivo estuvo demasiado endeble en su zaga y la Academia lo aprovechó facturando con goles, y más allá del corazón y la entrega que puso en la recta final del encuentro donde pudo hasta empatarlo, es una lección a aprender cuanto antes porque a este nivel las equivocaciones se pagan con derrotas.
Además de las fallas en la última línea del equipo, Desamparados cometió otro error grave como es entrar “dormido” en cada uno de los tiempos. Fue así que a los 3’ de juego ya Racing le imponía merced al tanto de Francisco Vazzoler. Sportivo nunca se acomodó de ese mazazo del local y lo demostró a los 22’ cuando el grandote Oscar Altamirano pasó por caja para sacarle máximo provecho a otro yerro del equipo puyutano. Pese al buen manejo del balón de la visita, sus equivocaciones hacían imposible pensar en un resultado parejo. Algo de aire encontró el víbora a la media hora mediante el penal que cambió por gol Gerardo Corvalán, con un derechazo certero que hizo inútil la estirada del arquero de Racing, Marcos Coronda. El encuentro parecía tomar otro rumbo, pero a los 39’ nuevamente Altamirano estiró las diferencias poniendo el tranquilizador 3-1 con que se terminó esa etapa inicial.
Villafañe tuvo mucho trabajo en el entretiempo buscando mayor concentración de sus muchachos en el complemento. Pero en el arranque todo quedó en la nada: al 1’ Gonzalo Abán no perdonó al quedar solo ante Gonzalo Gómez y estampó el cuarto para un Racing que hizo de la contundencia su máxima virtud. Parecía que Desamparados se tambaleaba y estaba para una goleada difícil de asimilar. Pero, entre el quedo del local y el amor propio de la visita, la historia tomó otro camino. A los 5’, Ibañez metió un pelotazo desde cuarenta metros que le picó antes al arquero local y se le coló por encima para el descuento puyutano. En Desamparados vinieron los cambios y ya pasada la media hora, nuevamente el enganche del víbora se anotó en la red contraria para el 4-3 y quedar a un paso de la hazaña de al menos rescatar un punto. Sportivo fue con el corazón, ya sin ideas. Lo buscó con centros, con los desbordes por los costados de su ofensiva, e incluso en tiempo cumplido Ariel Barth estuvo a un paso de la igualdad con un frentazo que no llegó a destino. Luego, el pitazo de la mujer árbitro, Estela Alvarez, de regular tarea aunque sin influencia en el marcador, y Sportivo sumó una nueva derrota. Aunque, al menos, quedó claro dónde debe ajustar las tuercas.

