Atenas, que había perdido los dos partidos de la serie regular con Peñarol de Mar del Plata, pudo revertir la racha justo en la final por el título. El partido fue parejo y quedó demostrado en el resultado final (69-61), un tanteador escaso para una final con los dos mejores equipos de la temporada regular. Los marplatenses controlaron los dos primeros cuartos y se fueron al descanso adelante por tres puntos. Sin embargo los cordobesess lo dieron vuelta y así se quedaron con el primer juego de la serie.
La capacidad goleadora de Leonardo Gutiérrez, que marcó 26 puntos fue clave para que el equipo dirigido por Rubén Magnano hiciese valer la localía.
Peñarol, que empezó mandando en los dos tableros y obligó a Atenas a cambiar la táctica, se fue diluyendo en imprecisiones y después de haberse quedado con los dos primeros cuartos, se entregó mansamente a la agresiva marca que ejerció Atenas en el tercer parcial. En ese tercer cuarto los locales ganaron 16-9 ejerciendo un predominio que sentenció la recta final.
Más metidos en el partido, con rendimientos individuales más parejos, a Atenas le alcanzó con manejar la pelota al borde de los 24 segundos, quitarle el ritmo a un adversario, como los marplatenses, que crecen cuando el juego se hace más intenso.
Y, mientras Atenas se afirmaba en la doble base que ejercían Laws y Labaqué, Peñarol se hundía en la creciente imprecisión de Jackson y Johnson.
El viernes será el segundo encuentro en el Orfeo a las 21 y el lunes se mudan a Mar del Plata.