Lanús estuvo ayer más cerca del triunfo en el Cilindro de Avellaneda, pero el 0-0 ante el Racing Club igual le sirvió para conservar el invicto y, muy especialmente, convertirse en el único líder del Torneo Final. Por la cuarta fecha, el granate quedó como puntero exclusivo de la competencia doméstica porque más temprano River Plate perdió el clásico ante San Lorenzo de Almagro. La Academia, en cambio, sigue muy afectada por los problemas que le generó el recambio de futbolistas en el verano, con el agravante de la reciente pérdida del clásico barrial ante Independiente.

Desde el comienzo Lanús impuso condiciones en Avellaneda, producto de un trato de pelota criterioso y buenas intervenciones del uruguayo Mario Regueiro y Cristian Chávez. Racing, por su parte, pareció sentir la presión que desde las tribunas ejerció el público, que en todo momento le reclamó por actitud, en una clara alusion a la dura derrota del fin de semana último ante los Rojos. Sólo algunas arremetidas del juvenil Rodrigo De Paul le permitieron al local llevar peligro hasta la valla de Agustín Marchesín. Con poco, la visita mereció más ante la muy desdibujada imagen que ofreció el equipo de Luis Zubeldía.

En el segundo episodio otra vez fue Lanús el que manejó la pelota, aunque esporádicamente llevó más peligro al arco rival. A los 15 avisó el local con un disparo de Vietto, pero Marchesín tapó con tranquilidad. Tres minutos más tarde tuvo su oportunidad Lanús, pero el remate de Regueiro, de frente al arco, fue interceptado con lo justo por Mario Bolatti. El elenco granate dejó Avellaneda sabiendo que con un poco más podía haber cosechado un triunfo, pero con la tranquilidad de que el revés de River le permite conservar en soledad la cúspide en la competencia doméstica.