El adversario que deberá enfrentar pasado mañana Mauricio Muñoz es uno de los campeones mundiales consolidados que tiene la pléyade de monarcas ecuménicos que reinan en las distintas categorías de las muchas tantas federaciones que rigen el boxeo mundial.

Toshiaki Nishioka, al decir del periodista japonés Daisuke Shindo, corresponsal en México de la revista Japan Boxing, es un gladiador al que haber logrado el cetro mundial le permitió afianzar todas sus cualidades.

Es zurdo, rápido y los 23 nocauts logrados en sus 37 victorias denotan que tiene manos picantes.

Puede definir sus pleitos de un sólo golpe, como lo hizo en la primera defensa de su corona cuando derribó de un directo zurdo al mexicano Johnny González en una velada realizada en Monterrey.

Horacio Acavallo suele decir: ‘Si sos zurdo e inteligente, tenés que ser buen boxeador‘. Este hombre nacido el 25 de julio de 1976 en Kakogawa, prefectura (lo que en Argentina se denominan provincias) Hyogo, se adapta a la definición de quien fue el segundo campeón mundial que dio la Argentina.

Ahora bien, la pregunta es: ¿por qué con tantas condiciones recién se consagró a los 32 años? La respuesta tiene nombre y apellido. Veeraphol Sahaprom. Ante el tailandés que defendió con éxito su cetro de peso gallo en 13 ocasiones, Nishioka tuvo resultados adversos para sus pretensiones en cuatro ocasiones: perdió por puntos en decisión unánime el 25 de junio de 2000, empató el 1 de septiembre de 2001, volvieron a empatar el 4 de octubre de 2003 y perdió el 6 de marzo de 2004. Todas las peleas se hicieron en Japón.

Justamente esa fue su última derrota. Desde entonces, hasta la actualidad, Nishioka ha hilvanado 14 triunfos consecutivos, siendo el más importante el del 3 de enero de 2009 cuando venció por nocaut técnico en 12 rounds al mexicano Genaro García y le arrebató la corona absoluta de los supergallos. Ha defendido en cuatro ocasiones su título, la última vez ante el número uno del ranking, el inglés Rendal Munroe, el pasado 24 de octubre. Este último retador es el único que llegó en pie al fallo de los jurados. Los anteriores no pasaron el quinto asalto.
El hombre que tendrá que vencer Mauricio Muñoz vive en su ciudad natal y cuando tiene una defensa se concentra en Tokio.
Lleva en su pantalón los nombres de las dos mujeres que son el norte de su vida. Su esposa Mi ho y su pequeña hija de dos años Kimeki.

Tiene muchas virtudes y pocos defectos. Sobre ellos apoyará Muñoz sus chances. La confianza en el poderío de sus manos lo llevan a entrar a la zona de fuego con su mano izquierda baja y no le gusta que lo hagan retroceder y cuando lo hace, suele hacerlo demasiado erguido.

La tarea del sanjuanino será difícil, pero no imposible. El japonés Nishioka es un gran campeón, pero tiene sus puntos débiles.