"Esto es en gran parte de ellos. Más encima ahora que mi viejo está complicado con su salud, para mí es un sueño haberlo conseguido delante de los dos". Se quebró. Los ojos se le llenaron de lágrimas. La voz se le entrecortó y miró la nada para lograr salir adelante. Habló de sus progenitores: Irma y Pedro, quienes igual que él tuvieron pasado de tenistas. Así Juan Fernández explicó sus sensaciones. A los 35 años relató ‘su día’. Ese que esperó desde que por primera vez a los 5 años empuñó una raqueta en el Lawn Tenis. Acababa de lograr el primer punto ATP en una carrera que lo tuvo en su pico máximo a los 18 años, incluso hasta llegar a ser número tres del país en la misma categoría de los Arnold, Etlis y Squillari. El profesionalismo no le dio cabida por el famoso tema económico y entonces debió postergar su sueño. Pero aunque tardó, ayer logró dejar una pequeña huella, pero huella al fin: el doble 6-1 ante Julián Rodríguez, por la primera ronda del II Torneo Future, premios ‘Bodegas y Viñedos Casa Montes’ que se disputa en Banco Hispano, quedó para siempre en su memoria. Al fin y al cabo fue un día histórico para el deporte blanco local, pues se trató del cuarto sanjuanino que se metió en el ranking mundial donde manda un tal Roger Federer. El lunes que viene aparecerá cerca del puesto 1500, aunque poco le cambiará eso. Lo más importante ya lo hizo: "Es la victoria más trascendente de mi vida", tiró como análisis del triunfo ante otro que al igual que él llegó de la qualy. Esa que le permitió cumplir el sueño de su vida.

"Sabía que era mi gran chance de lograrlo. Cuando vi el sorteo del cuadro principal pensé que no se me podía escapar. Había estado cerca de sumar mi primer punto en un torneo en Chile y otro en Argentina, pero siempre me tocaron rivales duros en la primera fase", reveló Fernández sobre las expectativas previas al choque con el juvenil Rodríguez, a quien le lleva nada menos que 16 años de diferencia. La placa final del marcador fue el claro reflejo de un juego sin equivalencias. El saque profundo y la derecha afilada del sanjuanino resultaron demasiado para su rival de ocasión. Por eso la alegría final y los dos brazos bien al cielo para celebrarlo. "Es una de las paradojas de la vida esto que logré: cuando me encuentro cerca del retiro, consigo lo que busqué desde el inicio de mi carrera", detalló con sabiduría Juan, quien es profesor de tenis en Banco Hispano y que según contó "si uno hace bien su trabajo, se puede vivir de esto tranquilamente".

Padre de Juan Cruz (6 años) y María Josefina (16) y esposo de Andrea, Fernández tendrá hoy una batalla mucho más dura que la de ayer. Lo espera Gastón Giussani, el quinto preclasificado del cuadro: "Será un partido totalmente diferente. El está a un nivel muy bueno y yo, para tener alguna chance de ganar, debo jugar de forma excelente. Pero más que nada espero poder disfrutar el partido", exclamó.

Fernández también es profesor de educación física y técnico superior en periodismo deportivo. Pero él sabe que lo suyo pasa por la raqueta: "¿Hasta cuándo voy a jugar? No lo sé. Diría que hasta que las piernas me sigan dando chances de ganar. Tengo bien claro que cuando la pase mal dentro de una cancha, me voy. A esto lo hago porque es un placer. Así deben entenderlo los chicos que hoy empiezan en el tenis y ven como un tipo de 35 años sigue entrenando y jugando como el primer día. Si el punto que logré les sirve de motivación estoy completo. No puedo pedir nada más", cerró Fernández ya sin tanta emoción como al principio como cuando habló de sus padres pero con la sonrisa imborrable en su rostro.