Es inevitable, en cada logro de Fernanda Pereyra (27), no referir que hasta el selectivo que le cambió la vida hace poco más de seis meses su experiencia en el beach vóley era jugar torneos en el casi inexistente circuito sanjuanino, al punto que viajaba de vez en cuando a otras provincias para medirse. Hoy, la jugadora acaba de volver de una gira europea afrontando etapas del World Tour y ya se prepara para iniciar desde octubre el camino hacia la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Un presente impensado hasta no hace mucho tiempo en la vida de Pereyra, que empieza a soñar con los cinco anillos olímpicos junto a Ana Gallay.


"Esto se dio muy rápido y los buenos resultados nos acompañaron. La gira europea sirvió para foguearnos, para saber dónde estábamos paradas con respecto al circuito mundial. Y para ser un equipo nuevo nos fue bastante bien. Fue por eso que decidimos encarar el clasificatorio a los Juegos Olímpicos, que no será fácil, que será largo, pero nos tenemos mucha fe", expresó Fernanda. 


Todo empezó cuando la jugadora sanjuanina se probó en un selectivo nacional y su talento inmediatamente fue captado por Ana Gallay, referente del beach vóley argentino y con doble participación olímpica. Gallay estaba sin equipo estable desde Río 2016 y vio en la sanjuanina un diamante en bruto. "El primer día que jugamos juntas nos dimos cuenta que podía funcionar. Y eso que yo sólo tenía experiencia en algunos torneos aislados de beach, porque en realidad hasta entonces era jugadora indoor en UPCN", relató Fernanda.


Entonces, tras una breve preparación, afrontaron el Circuito Sudamericano, los Odesur y a medida que sumaban tiempo de juego iban surgiendo nuevos desafíos. "Como vimos que a nivel continental no estábamos mal (están segundas en el ranking sudamericano), decidimos medirnos en Europa y llegamos a jugar el Major de Gstaad (uno de los torneos de cinco estrellas, los de máximo puntaje y premios en el mundo). Ganamos incluso en Alemania y le hicimos partido a las mejores duplas del mundo; eso nos convenció de que podemos soñar con buscar la clasificación a Tokio", señaló Fernanda.


Para eso, deberán afrontar torneos del FIVB World Tour en diferentes partes del mundo, que entregan puntos clasificatorios. De todos esos eventos, se filtran los mejores 12 resultados de cada dupla y los 16 mejores equipos del ranking mundial tendrán su lugar asegurado en Tokio 2020. En caso contrario, a Gallay-Pereyra les quedará la chance de buscar una plaza a través de la Continental Cup.


"En unas semanas empezará la pretemporada con la selección argentina y el primer torneo clasificatorio a los JJOO es en China, a fines de octubre. Estamos reuniendo fondos para viajar, pero se nos está haciendo cuesta arriba. Luego haremos Las Vegas y México. El objetivo es jugar torneos de cinco y cuatro estrellas, que son los más difíciles y competitivos, pero son los que entregan más puntos. Creemos que si en medio año y sin haber jugado nunca antes juntas tuvimos un balance positivo, afrontar un ciclo olímpico con una preparación más compleja puede darnos una chance de poder representar a Argentina en Tokio 2020", se ilusionó la sanjuanina.

Un camino en ascenso


Desde que Ana Gallay y Fernanda Pereyra empezaron a jugar juntas en el primer bimestre de 2018, afrontaron el Circuito Sudamericano y tras dos podios en diferentes etapas, jugaron la final y lograron la medalla de plata. En los Odesur cayeron en cuartos de final, en el World Tour jugaron en Brasil, República Checa, Polonia, Portugal, Suiza, Alemania, Austria y Rusia. Obtuvieron diferentes resultados, pero el más destacado fue haber ganado invictas el torneo en St. Peter Ording, en Alemania (foto).