Toda la dirigencia de Sportivo y hasta el propio cuerpo técnico lo había repetido hasta el cansancio: la última palabra en el caso del Pala Fernández la tendría el propio plantel. Y así fue nomás porque si bien sus compañeros no le bajaron el pulgar, cuando Fernández supo que entre sus compañeros no había unanimidad para darle otra chance y readmitirlo en el grupo, el mismo decidió dar el paso al costado.
"Mauricio Magistretti me dijo que el tema estaba difícil en el grupo. Que había compañeros que me querían de vuelta y otros que no, decidí alejarme yo. Me equivoqué, cometí un error muy grande y me hago cargo. Ya pedí disculpas pero creo que no soy nadie para dividir al grupo. Es mejor que me vaya y que el tema se termine acá. Yo quiero que me paguen lo que me deben y vuelvo a Mendoza", admitió, abatido, Juan Pablo, que en su paso por Desamparados marcó 2 goles.
La última reacción del jueves pasado colmó la paciencia entre sus compañeros y si bien cuando volvieron habían señales concretas de un indulto, todo se cayó cuando hablaron del tema en el entrenamiento matutino de ayer martes. Un grupo lo respaldó y otro, se negó a darle otra posibilidad.
"Cuando uno se equivoca hay que asumir las consecuencias y yo perdí. Quiero dejarle clarito a la gente de Desamparados que no hice todo esto para irme antes ni nada parecido. Me saqué mal y ahora me quedé afuera de esta ilusión tan linda que tenía de ascender con el equipo. Yo estoy agradecido de todo lo que me dieron desde que llegué a San Juan pero los errores tienen su costo y creo que lo mejor es que me vaya para no complicar más las cosas", cerró Fernández.
Desde el lado de la dirigencia, el presidente Guillermo García se movió con el respaldo necesario para darle final a la novela y a última hora de la tarde confirmó la desvinculación del delantero: "Hablé con mis pares de la comisión y ellos están de acuerdo en que se termine de una vez con este tema. Yo tengo un afecto especial por el Pala pero creo que se había roto la convivencia con él en el grupo y eso no se puede manejar por más presidente que sea uno. Le vamos a pagar lo que se le debe. Los premios pendientes y el sueldo proporcional al mes de abril que lleva trabajado. Es una pena perder a un jugador tan interesante pero nosotros hicimos todo lo posible para lograr tenerlo conforme y feliz. Nos queda la imagen de un tipo muy especial, que se hace querer pero que tiene demasiados problemas muy íntimos que no le permiten ser el gran jugador que es".