La idea surgió entre el preparador físico Leandro Lardona y el estadista Alberto Varela. El objetivo era movilizar en lo más profundo al plantel antes del séptimo partido. Uno buscaba y armaba las imágenes, y el otro las editaba. Trabajo a destajo, que tres horas antes del juego, en la concentración, se los reunió a todos, se les pidió atención y el video empezó a proyectarse. En él se veía a los familiares de cada jugador dándoles un mensaje. Las lágrimas se apoderaron del recinto y la motivación trepó a su máxima expresión para luego ir al Cantoni con la misión por cumplir.
"Ya lo había hecho antes en Belgrano", contó el profe Lardona. "Este tipo de cosas aportan mucho y te movilizan. Nos costó y llevó su tiempo, incluso el lunes nos faltaban las filmaciones de dos jugadores y nos movimos con el Beto (Varela) para tenerlos a todos y terminarlo a tiempo", agregó.
El preparador físico contó que lo más complicado fue tener los testimonios de los parientes de los jugadores extranjeros. Así tuvieron que mover cielo y tierra que tener contacto con los allegados al colombiano Alex Moreno. O los videos caseros que llegaron desde República Checa con los padres de Kamil Baranek, quizá uno de los más expresivos por el ACV que sufrió el padre del punta gremial.
La motivación no terminó ahí, en el estadio empapelaron el vestuario de UPCN con mensajes de aliento, de poder, de creer en sus condiciones. Todo fue un cóctel que mezcló los sentimientos, movilizó el interior de cada uno y los motivó por completo en la previa a la coronación.