Sin sufrimiento no vale. Ese parece ser el dicho que más le sienta a Unión de Villa Krause. El Azul ayer venció 1-0 a Gutiérrez de Mendoza en un encuentro válido por la séptima fecha de la Segunda Fase del Argentino B. Así, Unión estiró su ventaja en la tabla de posiciones de la zona C.
Para el conjunto de Villa Krause no fue fácil cantar victoria. Si bien logró ponerse en ventaja en la primera etapa, generó muchas situaciones que no pudo resolver y para colmo, Gutiérrez se despertó en el final y fue a matar o morir al arco defendido por Tula. La desesperación ganó a todos en Rawson y fue el pitazo final el que le dio la victoria al líder.
En el primer tiempo Unión -con un planteo inteligente- se adueñó de la pelota, mostró convicción y con eso anuló cualquier acción rival. El Azul mostró las uñas desde el comienzo. Iban 8’ cuando Lisandro Sacripanti desperdició la primera chance desviando la pelota por encima del travesaño. El local era más y la clave estaba en la tenencia del balón. Gutiérrez estaba perdido, nublado. A los 22’ llegó la apertura del marcador tras un córner de Ariel Sánchez. El “Bichín” metió el centro preciso que encontró la cabeza de Daniel Gimenez y el “Tanque” no dudó. Unión estando ya en ventaja fue por más. Sacripanti lo tuvo en sus pies, pero despejaron de la línea, después, el Bichin casi convierte un gol olímpico si no fuese por la increíble estirada de Aracena. Antes que terminara la primera etapa, Olivari también tuvo su ocasión con un remate de media distancia que pasó apenas cerca del arco mendocino.
En el complemento, Unión salió a jugarlo igual. Entre Rudici, Sacripanti y el Bichín hicieron una jugada que Aracena mandó al corner. En Gutiérrez la desesperación comenzaba a ganar y Minich fue el que tuvo la más clara con un intento que ahogó Tula. A los minutos, De La Cruz remató cruzado desde la derecha pero el Guary González se lució sacandola de la línea. El Azul pudo ampliar la ventaja con un tiro libre del Bichín que se estrelló en el travesaño. Gutiérrez se las jugó tarde y los últimos minutos fueron infartantes. Minich, Falcone y Cotela tuvieron el empate en sus pies, pero ya era tarde y la suerte ya estaba echada.

