Era para cualquiera, el que hacía el gol ganaba. Los dos generaban chances pero ninguno las concretaba en la red. Fue un partido entretenido de principio a fin, con un campo de juego en excelentes condiciones que permitía jugar a ras de piso, y eso impuso San Martín, adueñándose de la pelota y proponiendo buen juego para que le llegara limpia la pelota a sus delanteros. A los 6’ Martín Alaníz llegó y de cabeza le quemó las manos a Saffe, que ahí no más volvía a atajarle a Narváez un remate cruzado, que podía terminar en gol. Era todo de la visita, encima Trinidad se quedaba sin Gallardo por lesión y se le hacía todo más complicado. Hasta que a los 36’ en San Martín se iba expulsado David Jofré por doble amonestación y con ese envión anímico el León apostó con todo en los últimos minutos pero no llegó a lastimar.

El complemento fue para cualquiera, Trinidad por momentos fue un poco más que la visita y sobre el final cuando todo indicaba que no habría emociones, apareció Gigena que, con un tiro libre perfecto que dio en el palo y entró en el arco de Pérez, le dio el festejo a Trinidad y amargar a San Martín que a esa altura festejaba el empate jugando con un jugador menos. Fue final a un partido, que como se había dado, merecía un ganador. Así la 14ta. fecha empieza a bajar el telón pero sólo por esta semana, ya que el miércoles 31 recién estarán completando Del Bono-Aberastain y Alianza-Colón.