En el fútbol actual los goles se cotizan en bolsa, porque son una necesidad lógica para conseguir los objetivos, pero no son fáciles de lograr y menos encontrar delanteros certeros dentro del área que es un mal de siempre. Eso, y la realidad de este San Martín que pelea por la permanencia en la categoría y que el sábado superó 2-0 a Belgrano con el regreso al gol de Sebastián Penco, son un mecanismo aceitado que no le generan dilema al Verdinegro, ya que es el segundo equipo del torneo que más goles anotó, con 28 (sólo superado por Newell’s que pelea por el título) y que 17 de ellos los marcaron sus 5 delanteros, toda una señalización que a la hora de recibir la confianza del DT, no la dejan pasar, y que es uno de los principales argumentos que tiene San Martín para quedarse en Primera.

De las 17 fechas que se llevan disputadas (restan sólo 2), el Verdinegro anotó en 13 partidos. Eficacia que creció, como el juego y rendimiento del equipo, desde que asumió Darío Forestello en la 7ma fecha, ya que con el “Yagui” al frente sólo no le convirtió a Quilmes y siempre facturó en los 10 restantes.

“Me sigue sorprendiendo el grupo porque hoy saben que cualquiera puede jugar ya que todos quieren defender a San Martín, hay un compromiso total con el objetivo que tenemos todos de quedarnos en Primera”. Dijo Forestello tras el enorme 2-0 sobre Belgrano en Córdoba y es que los 5 delanteros del plantel tiene sus festejos, porque ninguno tiene prioridad sobre el otro.

Claudio Riaño es el máximo artillero con 6, seguido por Humberto Osorio con 5, Sebastián Penco acumula 3, Gastón Caprari 2 y Diego García 1 (hoy afuera por una fractura). Esto sólo por nombrar a los atacantes, que son quienes tienen esta responsabilidad. Y entre ellos se van alternando al héroe de cada jornada.

“Tenía que estar donde se paran los delanteros y me quedó dos veces”, tiró Penco tras tener su momento de gloria el sábado. “Siempre estuve, a veces no me toca jugar, pero hoy (por el sábado) tras 4 partidos demostré que puedo hacerlo”, agregó.

Y es que todos lo han demostrado y respondido en la cancha. Incluso tiran para el mismo lado, que es otra de las virtudes que tiene este plantel, por Penco dijo que de no ser por Riaño no hubiese marcado. O como la fecha anterior en el triunfo sobre Tigre (3-1) cuando Jorge Luna al buscar el porqué de la victoria, fue contundente: “por Riaño”, respondió ya el “Tanque” hizo dos esa noche en Victoria.

Sin olvidarse del histórico 6-1 a Boca con 3 goles de Osorio, o los 2 del Gato Caprari que iniciaron la seguidilla de las 3 últimas victorias que lo tienen muy cerca de lograr la permanencia cuando parecía una utopía. Pasando incluso por el grito del Gurí García, a quien las lesiones le tuvieron y tienen hoy mal, pero que aportó su cuota del gol, pese a que varias veces jugó como volante.

Otro de los puntos que marcan la solidaridad es que solamente un volante, como lo es Luna el más adelantado de todos-, facturó (fueron 3), ya que los otros están abocados a su función de quitar, recuperar, darle salida, y generar opciones.

Los goles son un argumento más para un equipo, que desde la llegada de Forestello, cambió totalmente, sobretodo de la cabeza, que va de la mano con la claridad para jugar y la convicción para sostener su propuesta, con cada uno cumpliendo su función.

La frase de “goles son amores” dejó hace tiempo de utilizarse porque no hay artilleros que están derechos como pasa en San Martín y eso potencia la ilusión verdinegra.