En una de las sillas playeras del Del Bono Apart Hotel, Omar Narváez, se tomaba ayer todo el sol de la diáfana tarde otoñal sanjuanina. Es la primera vez que visita San Juan y lo poco que ha visto le ha gustado. Para el campeón supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) cada pelea suya en la Argentina significa un acontecimiento que comparte con su familia. En los momentos previos a un combate, “El Huracán” se apoya en el cariño de sus dos hijos (Sharon Beatriz y Junior Andrés), de su novia (Andrea) y de sus hermanos, quienes lo asisten en el rincón (Jorge Adrián; Néstor Daniel y Marcelo). En esta ocasión también los acompañó Gian, hijo de Daniel, quien combatirá en una de las preliminares de la velada que tendrá lugar el sábado próximo en el estadio Aldo Cantoni.

“Sinceramente, estos son momentos que disfruto mucho. Puedo estar con los chicos una semana entera”, explicó mientras colocaba sobre su torso la chomba negra que le alcanzó su encargado de relaciones públicas, Ricardo Uribe.

Ya con la indumentaria en cuyo pecho con grandes letras blancas reza la frase: “Campeón!!! San Julián, siempre con vos”, posó para las fotos y contó lo que habitualmente hace en los días anteriores a una defensa en el país. “En estas oportunidades aprovecho para pasear con mis hijos, porque en un día normal en casa estoy entrando y saliendo. Ellos con sus obligaciones de la escuela y yo con mis tareas de entrenamiento y demás, terminamos viéndonos poco”, explicó.

Sobre cómo llena esas jornadas en las que la tensión por subir al ring va en aumento, Omar comentó que juega mucho con los chicos. “Viste que los pibes tienen una pelota, por ahí me prendo con ellos y pateo un rato. Me gusta, me encanta hacerlo. ¿Si juego a la Play? Sí, seguro, nos pasamos horas con los jueguítos. Los disfruto mucho y también me hacen regañar, son chicos (la niña tiene 12 años y el varoncito 6) y se comportan como tal”, amplió.

Destacó que está muy tranquilo en el hotel y agradeció el afecto del público sanjuanino. “Yo he peleado en casi todo el país y soy un agradecido de la gente. Por donde anduve siempre me demostraron su cariño al que trato de retribuir sobre el cuadrilátero”.

Ayer Narváez se movió un rato por la tarde en el gimnasio del estadio cubierto, lugar donde se realizará la pelea el próximo sábado.

La idea del cuerpo técnico del campeón del mundo es que haga una práctica en el horario en el que irá la pelea, la medianoche del sábado. “Para que se vaya adaptando al horario”, comentaron, quienes lo conducen.

Omar Narváez ya está en San Juan para combatir con el méxicano José Cabrera, quien arribaba ayer. La primera pelea por un título del mundo en nuestra provincia ya es una realidad palpable.