Por segunda vez en toda la temporada, el plantel de UPCN Voley concentró a la espera de la gran final. La vez anterior que lo hizo fue por el quinto juego de esta serie final, la semana pasada, partido que ganaron por 3-2 para dar vuelta la serie. Ayer, una vez finalizado el entrenamiento de la tarde -fue de 18 a 20-, el equipo se marchó a la Villa Don Tomás donde cenó y pasó la noche, todos juntos concentrados, para tener metido de lleno a los jugadores y evitar otro tipo de distracciones y contactos, dado que como la mayoría no son sanjuaninos han llegado a la provincia muchos familiares y amigos que no quieren perderse lo que puede ser la consagración del gremial esta noche.
La jornada de ayer no tuvo nada de distinto con las restantes, pero sí fue el último trabajo en doble turno de la temporada. Fue con pesas por la mañana y práctica por la tarde. Para hoy está prevista una rutina con pelota y elongación, sin demasiado esfuerzo físico, a la espera del partido más importante del año, en el Cantoni a las 22.
También anoche, de 21 a 22.30, le tocó el turno a Bolívar, que se movió luego del viaje. Y en el que se apreció el retorno de Pablo Meana. El líbero no pudo estar el sábado en el sexto partido porque viajó a Necochea a la comunión de su hijo Alesandro. Los dirigentes montaron un operativo para lograr que Pablo pudiera asistir a la ceremonia a las 19 y al mismo tiempo presentarse a jugar a las 22 en Bolívar, a 330 km. de la ciudad costera. Pero las inclemencias del tiempo hicieron que el avión privado que le pusieron no pudiera aterrizar por el ablandamiento del suelo del aeródromo de Bolívar y debió descender en Aeroparque media hora antes del partido y por ello no pudo llegar para jugar y lo debió ver por TV.