Juan Román Riquelme explicó ayer que el pasado lunes, cuando no saludó a Martín Palermo tras el primer gol de Boca Juniors ante Arsenal, fue porque "no le salió" festejar en ese lugar por "una situación que no fue agradable" vivida el día anterior, en alusión directa a un "apriete" por parte de la llamada "barra brava" del club.

"A mí no me salió festejar el gol detrás de ese arco -comentó-, por eso corrí para el córner a festejar con la platea, porque el día domingo viví una situación que no fue agradable para mí. Yo toda mi vida dije que soy más feliz cuando meto un pase gol que cuando meto un gol. El primer gol de Boca yo lo festejé más que el mío porque no era un gol cualquiera, era el gol del récord y me sentía más feliz que nunca por haber ayudado a Martín (Palermo)".

En conferencia de prensa, el volante ofensivo de Boca consideró que "después se ha hablado muchísimo. En el segundo gol yo lo abrazo a (Cristian) Chávez, lo abrazo a Palermo, en el cuarto gol lo abrazo a Palermo otra vez. Me parece que se ha hablado demasiado y no había por qué hacerlo".

A su vez, dijo que el apriete de la barra brava estuvo "re contra armado, y el que no lo quiere ver es porque está ciego", aunque se negó a precisar responsables.

Su relación con Palermo la calificó de "normal, de trabajo. Yo en 2008, cuando tuvimos la suerte de ganar el campeonato, he sido muy claro y he dicho que si puedo tener amigos mucho mejor y, si no, que dentro de la cancha tenemos que hacer las cosas lo mejor posible. Fuera de la cancha cada uno hace la vida que quiere y con quien quiere. Eso no quiere decir que se lleve ni mal ni bien, eso es lo que pasa en nuestro vestuario, no pasa nada". "Tenemos la suerte, tanto Martín como yo, de que la gente nos trate de una manera especial -prosiguió- y no porque andemos de la mano por la calle o comamos juntos cada día. Nos trata de esa manera porque hacemos las cosas lo mejor posible dentro de la cancha. Hemos tenido la suerte de ganar muchas cosas y sé que Martín tuvo mucho que ver en que yo haya ganado tantas cosas con todos los goles que ha marcado". Riquelme se definió como "una persona agradecida" y en cuanto a Palermo, deseó que "ojalá se retire con la camiseta de Boca, lo digo porque es el mejor número nueve de los últimos diez años. Ojalá los dirigentes hagan lo posible porque se retire acá. Cuando finalizó el partido, como corresponde, fui y lo felicité por el récord".

"Somos compañeros de equipo -destacó-, no entiendo por qué tengo que hablar de él, de mí. La relación que tengo con él es la misma que tengo con algunos. La relación que tengo, por ahí, con (Federico) Insúa es la misma que tengo con él pero es normal, como en cualquier trabajo. Tendríamos que hablar más de fútbol, me parece". Al pedírsele que ampliara acerca del suceso vivido el domingo con la barra brava, señaló: "Lo único que puedo decir es que hay cosas que puedo aguantar y cosas que no. No voy a decir más nada", expresó el volante que no estará ante Gimnasia porque una sinovitis inflamó su rodilla izquierda y arrastra molestias en el abductor.