Después del empate en Rafaela 0-0 quedó la sensación que la defensa había vuelto a ser la misma del 2009, cuando llegó a ser la menos vulnerada e incluso Pocrnjic estableció la segunda mejor marca de San Martín en la categoría sin recibir goles. Pero anoche en Jujuy pareció que la zaga sanjuanina le agarró la amnesia. Un dato: le anotaron dos goles por primera vez en el torneo en una docena de minutos, como fue el primero y segundo del Lobo. y Al igual que en la caída ante Olimpo, en Bahía, recibió tres goles. Del lado del medio lleno estuvo el hecho de cortar la sequía de goles que llevaba tres partidos y exactamente a los 289 minutos. Pero con la bronca por la caída agónica, eso resulta poco. Aunque en realidad, no lo es.
Acaso por primera vez en la temporada, la dupla Mármol-Sánchez pareció endeble. Y lo más insólito es que fue por arriba y los dos centrales miden cómodamente más de 1,85 metros de estatura. Pero Gimnasia a través de dos córners desnudó deficiencias defensivas que tuvieron su epicentro en la última jugada, en ese zurdazo de Iuvalé que fue mortal.
Los gritos de Pereyra y Penco trajeron calma por encontrar de nuevo el arco rival, eso que se había negado en los choques ante Aldosivi, Quilmes y Rafaela, cuando incluso se generaron escasas opciones de gol. Todo lo contrario a lo de anoche en Jujuy. Pero el 3-2 final da la sensación que todo fue negativo, más aún con la pérdida de la punta en la noche que se mezcló la amnesia y la memoria. Vaya paradoja.