Casualidades, dicen. Ya de por sí, lo de los tres hermanos Romero (Gonzalo, Emiliano y Mariano) en el equipo de Richet y Zapata es un tema que llama la atención. Si a esto se le agrega que justo el equipo que hoy estará enfrente -Banco Mendoza- tiene también a tres hermanos jugando (Ezequiel, Julián y Juan Cruz Tamborindegui) el tema se va convirtiendo en excepcional por donde se lo mire. Y si, por último, se le agrega que el enfrentamiento será para saber cuál de los dos equipos se quedará con el título de la Liga Nacional A-1 de hockey sobre patines, la cuestión supera lo admirable y lo convierte en decididamente apasionante.
Es algo así como que éstos "Tres Mosqueteros" van a la lucha contra aquellos "Tres Mosqueteros" para saber cuál de los dos se quedará con la corona. Picante. Distinto. Con el plus que la Liga se estará definiendo entre un equipo de San Juan y uno de Mendoza. Justo la génesis del hockey sobre patines argentino.
La historia de esta finalísima comenzará esta noche misma. Allá, en Mendoza, desde las 21.30 en el estadio "Salvador Bonanno" del Andes Talleres mendocino. Un lugar apropiado para una final de este tipo. Igual que cuando la serie se traslade a San Juan, donde tendrá por escenario la pista del estadio "Aldo Cantoni" del Parque de Mayo.
En lo estrictamente hockístico es escaso lo que se puede agregar conceptualmente de éstos dos grandes equipos. Richet y Zapata es ofensiva pura. Basa todos sus movimientos en la búsqueda del gol permanente. Tiene movilidad, justeza, precisión. Y una voraz idea de aniquilar a su rival de turno. Emiliano Romero es la síntesis del gol. Su hermano Gonzalo, el exquisito. Y el otro, Mariano, la firmeza para la marca. El pibe Federico Sánchez en el arco, la contención del Flaco Alexis Pandolfini y el entusiasmo y colaboración del resto convierten a este "Violeta" un gran candidato al título. Está en un momento punto caramelo.
Del otro lado está banco Mendoza, el equipo que terminó como número uno de la fase clasificatoria. Y no fue casualidad, porque se las arregló para completar una gran campaña que se basó en el orden y disciplina de su juego y en la capacidad para contragolpear en los momentos justos. Ezequiel y Julián Tamborindegui son goleadores por excelencia, en caso especial el segundo, quien es el máximo artillero. En semifinales se encontraron con un hueso duro como Bancaria y lo terminaron eliminando por penales. pero ya han dado muestras de su potencial y seguro hoy, tratarán de hacer valer la condición de locales.

