A tres capítulos del final de la temporada, el qué importa mucho más que el cómo. En medio de ese debate, San Martín volvió a la victoria. Sufriendo, angustiado pero sabiendo que eso es lo que necesita: ganar. Jugando el primer tiempo como aspirante al ascenso y también jugando el complemento como un equipo que escapa del descenso y se aferra como sea al resultado. Pero otra no le queda. Su elección parece estar hecha y por ahora es el qué por encima del cómo. Aunque haya sido dos equipos en el mismo partido.
1 AGRANDADO
Si hubo victoria sanjuanina, la justificación estuvo en el primer tiempo que hizo San Martín. Profundo, convencido, agrandado. Salió, presionó, metió a Defensa contra el arquero Perafán, yendo por los costados con Roberval y Poggi desequilibrantes por las dos bandas. Esa fue la mejor versión de San Martín. La que justifica sus pretensiones de ascenso y que lo llevaron a sacar la ventaja a través de ese penal de Penco. Con Alderete y Videla dueños de la pelea en el mediocampo, más la proyección de Más por la izquierda. Esos primeros 45 minutos coincidieron con la mejor versión sanjuanina. La de la ilusión del ascenso.
2 DESCONOCIDO
Si en la primera parte, San Martín había sido el dueño de la pelota y del marcador, en el complemento se retrasó exageradamente y le permitió a Defensa hacerse dueño del juego. Alderete ya no tuvo a Videla como ladero para recuperar y manejar el mediocampo y sistemáticamente, San Martín se metió en los últimos 40 metros de la cancha. Sufriendo sin necesidad. Poggi ya no tuvo socios, Roberval se quedó sin aire y Penco sin abastecimiento. Entonces, fue aguante y aguante nada más. Lejos de la postura de un equipo con pretensiones de ascenso y más cercano a la versión de un supernecesitado que aguantó el resultado como fuera.
3 EQUILIBRIO
Quedan tres capítulos. Dos afuera, uno en San Juan. El ascenso directo es posible para San Martín y tendrá que encontrar la fórmula para ser el San Martín del primer tiempo y no el del segundo. La ausencia de Scatolaro en el esquema del mediocampo es una pregunta sin respuestas todavía para el mundo verdinegro. Drocco no fue solución para ser salida, tener la pelota y llegar con desequilibrio. San Martín necesita el equilibrio que lo ponga de cara al ascenso sin que le quede grande. Esa es la receta que hoy le hace falta: ser un aspirante al ascenso siempre, sabiendo que solamente en su rendimiento estará la respuesta para saber si el qué está por encima del cómo.

