Cuando el pasado 22 de noviembre se supo que Gustavo Porporatto dejaría de jugar al vóleibol por problemas personales, más de uno se preocupó en UPCN. Y no era para menos, se alejaba uno de los referentes que tenía el equipo y un pilar fundamental en busca del campeonato. Pero este mal rato, pasó rápido para Los Cóndores, ya que en su primer weekend como titular ante Gigantes del Sur y Chubut Vóley, el sanjuanino Gustavo Molina (29 años), cumplió una gran labor, terminando como el máximo bloqueador en ambos partidos. Habiendo pasado una ronda desde aquella oportunidad, continua manteniendo ese puesto de privilegio. El Chimbero, como le dicen sus compañeros, jugó 11 partidos, 41 sets y por medio del bloqueo aportó 31 tantos, lo que hace hasta el momento que sea el mejor en su rubro en toda la Liga. "Nunca me relajé, esperé mi oportunidad y, cuando se me dio, la aproveché al cien por ciento", señaló el central.

En la presente temporada Gustavo Molina tuvo que esperar hasta que se fuera Porporato para poder debutar como titular ya que siempre le tocó estar en el banco, esperando ingresar por el cordobés o por Junior, que es el otro central del equipo Gremial. Una vez que se le presentó la chance, el sanjuanino no la dejó pasar y ha plasmado de muy buena manera que tiene las condiciones necesarias para estar entre los titulares. Además si hay algo que importa en el deporte son los números y en este caso también lo avalan al máximo. "Yo tenía en claro que la única forma de jugar desde el inicio era que le pase algo a quienes yo tenía por delante. Cuando sucedió lo de Porporatto, nadie lo esperaba, su decisión dolió mucho en el grupo, pero yo tuve la confianza necesaria de todo el equipo y por suerte salió bien", contó.

A Molina siempre le tocó pelear con la más fea, desde el banco de los suplentes y esperando que algún compañero no esté en condiciones para entrar de titular. Cuando llegó a UPCN, en la Liga 2009-2010, sólo jugó los primeros cuatro partidos, porque Porporatto había sufrido un desgarro, cuando el cordobés se recuperó, nunca más volvió a ser de la partida en la formación inicial. "A pesar de ser suplente por mucho tiempo nunca bajé los brazos y no dejé de ir a ningún entrenamiento, porque sabía que en algún momento se me tenía que dar la posibilidad de jugar", comentó el ex Obras Sanitarias, quien además agregó que "hubo un momento en el que pensé dejar de jugar y dedicarme de lleno a buscar trabajo. Estuve a punto de entrar en la Policía".

Después de haber jugado 11 encuentros desde el inicio de La Liga, Gustavo Molina, ha demostrado que está a la altura de cualquier gran jugador y por ahora, es la muralla que mantiene intacto el sueño de campeón en UPCN.