No era el momento. Lo admite, pero el tema se convirtió en una cuestión de dignidad y Oscar Escoda decidió priorizar sus convicciones para renunciar a la dirección técnica de Sportivo 9 de Julio en la previa a la vital definición de descenso o promoción frente a Unión de Rawson. La decisión no fue fácil y se precipitó en la mañana de ayer (en ese momento el primer partido estaba programado para hoy, pero luego por la muerte del ex presidente Kirchner quedó postergado) cuando Escoda recibió una comunicación del presidente del club, volviendo sobre sus pasos en decisiones que se habían tomado con su propio respaldo. El técnico se vio superado por ese retroceso y decidió su alejamiento indeclinable.

El principio del fin comenzó el sábado pasado cuando el jugador de 9 de Julio Marcelo Leyes no se presentó a la práctica del plantel de ese día. Escoda consultó y le dijeron que estaba jugando fútbol callejero: "La gente del mismo club me dijo que Leyes estaba en otra cancha. Fui a verlo, él me vio también y junto con el presidente decidimos cortar con el tema. Le estaba faltando el respeto a sus compañeros y la dirigencia estuvo de acuerdo con mi decisión de separarlo del plantel. Entrenamos normalmente hasta el martes y ayer, muy temprano, me llama el presidente para decirme que Leyes tiene que estar, tiene que jugar. Lo escuché y le hice saber que no compartía esa posición. Ante esta realidad decidí dar un paso al costado. Lugar para los dos no hay. Es una pena, sinceramente. La peleamos mucho. Incluso desde el final de la primera rueda del Oficial cuando se nos fueron Leo Serrano y Juan Ruiz. El plantel se merece quedarse en Primera y estoy seguro que lo van a lograr".