El barrealino Ricardo Escuela (Municipalidad de Pocito) se mantuvo como líder al final de la cuarta etapa, luego de escoltar en el final del parcial a Emanuel Agüero (Forjar Salud) quien arremetió como una saeta por el lado más difícil, donde estaba la gente y festejó. El tercero puesto en la etapa fue para Laureano Rosas (Sindicato Empleados Públicos), quien saltó del quinto al tercer lugar en la clasificación general.

La etapa de la fe, denominada así porque nació en la mente de los dirigentes del Pedal Club Olimpia como una promesa realizada a San Expedito, pidiendo por la recuperación del gobernador José Luis Gioja, tuvo todas las características de un tramo de transición. El pelotón viajó tranquilo, regulando esfuerzos, pensando que hoy tienen que afrontar la subida al Colorado.

Hubo, si, algunas alternativas intermedias, relacionadas con las metas previstas por la entidad organizadora. En cada una de ellas existió un interés particular. Escuela derrotó a Rosas en 9 de Julio donde se desarrolló la primera puja por los tres y dos segundos. De los cinco primeros, fueron ellos dos los únicos, de los cinco primeros clasificados que pudieron bonificar. Lo hicieron en esa meta y también en el final, donde Escuela ganó otros seis segundos y Rosas cuatro.

La escaramuza más importante la protagonizaron cuatro ciclistas, Franco Lopardo (SEP), Emiliano Ibarra (Forjar Salud), Luis Jácamo (Mardan) y Luis Sepúlveda (Full Time). Quienes se escaparon cuando se transitaba por Ruta 20, al norte, unos cinco kilómetros antes de empalmar con la ruta 141.

Al pasar por el Control Forestal tenían 1m07s de ventaja, al iniciar el ascenso a la Cuesta de las Vacas la luz se había ampliado a 2m16s. Así fue que los más fuertes, Lopardo e Ibarra se repartieron las metas. La volante fue para el de la obra social de los metalúrgicos. Las dos de montaña se las llevó el que representa al SEP.

Al bajar hacía la Difunta Correa comenzó otra carrera. Los cuatro primeros fueron alcanzados por un grupo de ocho hombres donde viajaban Escuela, Rosas y Zamora. Como Dotti se había quedado atrás, "Zamorita" se quedó y junto a Franco López y una treintena de ciclistas comenzaron una persecución que tuvo exitoso resultado a unos 10 kilómetros de San Expedito.

De allí en más, hubo un par de intentos individuales, pero el que imponía condiciones era el grupo más grande. Se llegó en embalaje masivo, con la gente muy encima de la acera. Ganó Agüero que arriesgó por afuera, casi apoyándose en un público que abría los ojos grandes mirando por primera vez un espectáculo único: la Vuelta.