Del desasosiego por el abandono a recibir lo mejor del espíritu dakariano, Alberto Ontiveros fue protagonista de una historia de enorme repercusión en las redes sociales de todos los seguidores del rally más peligroso del mundo y al cierre de esta edición no se sabía su resolución. En tanto, el binomio sanjuanino en autos, integrado por Gabriel Abarca y Juan Cruz Varela, continúa con un debut exitoso ya que completó el recorrido de la quinta etapa que unió Jujuy con Uyuni, Bolivia, en el puesto 73 y subió al puesto 68 en la clasificación general.

Por segunda vez en este Dakar, a la Beta RR450 #72 de Ontiveros se le rompió el motor. El sanjuanino fue remolcado 12 kilómetros por el argentino Sebastián Urquía (Yamaha #122) hasta el tercer punto de control de los 8 previstos, a los 120 kilómetros de recorrido de los 327 estipulados. Incluso el sitio oficial de la competencia informó a las 12,15 que Ontiveros abandonaba.

El español Darío Rodriguez Morales, quien integra la caravana del Dakar como punto de enlace de comunicaciones fue uno de los testigos de cómo Ontiveros enfrentaba su primer frustración hasta que apareció Pablo Bustamante, quien se ofreció a remolcarlo con su cuatriciclo Can Am #279 los 200 kilómetros restantes, a una altura superior a los 4.000 metros sobre el nivel del mar.

En el seguimiento de la página se pudo apreciar cómo Bustamante fue superando los siguientes way points, pero no Ontiveros. Una posibilidad era que el iritrack de Ontiveros no registrara el paso, pero todo era incertidumbre.

En Twitter, la cuenta Rally #Dakar2016 informó que en el 8vo way point pasó Bustamante remolcando a Ontiveros. Al cierre de esta edición ninguno figuraba con el recorrido completo ni abandono confirmado. Es la esencia del Dakar.