Estados Unidos, 14 de septiembre.- La ausencia de Rafael Nadal parece no haber perjudicado demasiado las aspiraciones del equipo español de Copa Davis de quedarse con una nueva ensaladera, tras sus tres títulos en las últimas cuatro ediciones del torneo.
En la tierra batida de Gijón, la primera jornada dejó la serie prácticamente definida para los locales, que se quedaron con los dos puntos ante un disminuido Estados Unidos, que no cuenta ni con el retirado Andy Roddick ni con Mardy Fish, con problemas de salud.
El primer juego enfrentaba a David Ferrer con Sam Querrey. Tras un comienzo favorable al ibérico, que se adelantó 4-2, el norteamericano aprovechó los errores del local en el saque y sus imprecisiones en la derecha. Así consiguió quebrar dos veces consecutivas para ganar el parcial por 6-4 ante la sorpresa y la decepción del público.
En la segunda manga, se repitió la inercia del comienzo del juego, con un break a favor de Ferrer. Pero esta vez el local no se permitió distracciones y fue acentuando su dominio en lugar de dejar espacio para una reacción de Querrey. Así, quebró también en el 7º game para terminar ganando el parcial 6-2.
El tercer parcial continuó con la tendencia favorable al valenciano, que con su juego de fondo mantuvo a raya los intentos de Querrey, a quien no le bastó su fuerte servicio para conservar chances en el parcial. Otros dos quiebres de Ferrer, cuarto y quinto del partido, sellaron el 6-2 para dejarlo a un set de darle el primer punto a España.
Aunque penó para lograrlo, Ferrer consiguió mantener su saque en el cuarto parcial. Querrey dispuso de casi una decena de chances de tomarlo, pero terminó cediendo el suyo en el crucial noveno game y dejó el juego servido para el 6-4 del valenciano, que puso la serie 1-0.
Almagro puso el 2-0
El segundo punto de la serie era vital para las aspiraciones de Estados Unidos, ya que enfrentaba al segundo singlista español con el primer norteamericano. Sin embargo, Nicolás Almagro logró sobreponerse a la presión y, en una larga batalla, superó al gigante John Isner. El juego se resolvió tras 4 horas y 16 minutos por 6-4, 4-6, 6-4, 3-6 y 7-5.
De esta forma, la dupla conformada por Marcel Granollers y Marc López tendrán la chance de clasificar a España a una nueva final de Copa Davis si vencen el sábado a los hermanos Mike y Bob Bryan, el punto más fuerte de los estadounidenses.
Si no lo logran, Ferrer y Almagro tendrán el domingo otras dos oportunidades de lograr el anhelado tercer punto, algo que parece inevitable si se tiene en cuenta que los españoles no pierden en casa desde hace 13 años. Si lo logran, los ibéricos jugarán su cuarta final en los últimos cinco años.
