Ricardo Martínez sigue acumulando kilómetros en su primer Dakar y también experiencias, ya que ayer socorrió a otros participantes, como a los hermanos José Luis y Marcos Di Palma.
“Ayudamos a enderezarles el auto (una Toyota Hilux 4×4 con el número 410) y les prestamos un auxilio, ya que no podían sacar el propio en ese momento. También asistimos a un francés, pero esto es así. Hoy por tí, mañana por mí, como debe ser el Dakar”, afirmó ayer el piloto sanjuanino sobre una de las tantas anécdotas que ya va acumulando en su viaje.
Cumplida la cuarta etapa, más de la cuarta parte de la competencia, Martínez y el mendocino Sebastián Halpern como navegante arribaron ayer a Chilecito con la Toyota SW4 en el puesto 74 de la clasificación con un tiempo de 6 horas 25 minutos y 41 segundos, por lo que pudieron subir posiciones en la clasificación general. Ahora, el binomio ‘Syrah y Malbec’ ocupa el puesto 67, por lo que trepó 50 escalones a comparación de la etapa concluida en San Juan.
“Fue otra etapa muy complicada, con mucha piedra, suelos mixtos y de postre unos 20 kilómetros de guadales que convirtieron muy duro al final, pero lo bueno es que seguimos en carrera”, señaló el sanjuanino.
LO QUE SE VIENE
La etapa de hoy, la última en suelo argentino, contempla arribar a las dunas de Fiambalá, en Catamarca. “Dicen que empieza el cuco del Dakar, pero siento que nos hemos preparado acorde a las exigencias de esta competencia”, analizó el piloto de la camioneta con el 391. “De todos modos el sacrificio que hemos realizado en estas etapas ya es muy considerable”, agregó.
Martínez también señaló que es importante que el vehículo finalizó ayer sin complicaciones.
Cuando ya estaba confirmado que Sergio Cerdera había tenido que abandonar, surgió el rumor que Martínez había corrido con la misma suerte, entre los puntos 4 y 5 de los controles. El conductor le restó importancia y continúa en carrera. Así, seguirá viviendo nuevas experiencias en su primer Dakar, que ya le es inolvidable.

