El eterno Pedro Gil se convirtió en la llave para la victoria del campeón del mundo España. Es que el Pelado frotó la lamparita y sacó del pozo anímico del que había caído su equipo (que perdía 3-2 ante Brasil, promediando el segundo tiempo) y con tres pepas sucesivas en el lapso de dos minutos llevó el marcador a 5-3 y ya el equipo del Tano Belbruno no pudo hacer nada más.
Así terminó primero España en su Grupo, el A, y deberá jugar con el segundo del B, que es Francia. En tanto Brasil (que fue segundo del A) tendrá que vérselas en cuartos de final frente a la Argentina, el ganador invicto del Grupo B.
Ayer, en Luanda, muchos miraban atónitos cómo el tablero del primer tiempo había finalizado 3-2 a favor de Brasil. Es que el equipo del sanjuanino Miguel Belbruno se las había ingeniado para herir a los españoles en base a una contra rápida y oportunista. España tenía la bocha permanentemente. Inclusive abrió el marcador a los 3’ con un genialidad de Marc Gual. Pero en el juego las situaciones de peligro sobre los arcos eran parejas. Tanto que a los 10’ Didí el alma mater de Brasil- clavó el empate tras un penal. Y 3’ después su compañero Lopes Selva, tras una furibunda contra, elevó la cuenta. España sintió el impacto pero otra vez tomó posesión de la bocha.
Empató otra vez Gual (mediante penal) pero antes que se cayera el telón el pibe Diego Santos, tras otro contragolpe, le empujó al gol y fue delirio brasileño.
Estaba claro que para España saldría con todo, pero Brasil no se amilanó y, de no ser por la falta de definición, podría haber definido el partido. Sobre los 15’ apareció Pedro Gil en toda su dimensión. Clavó tres luego de notables jugadas individuales y eso dejó nocaut a los brasileños. Fue un gran partido de Brasil, como para respetarlo mucho mañana.