El verano tuvo dos caras. La feliz, para Estudiantes de La Plata y la otra, para Boca Juniors. Es que el Pincha terminó quedándose con el triangular de Mar del Plata, al golear por 4 a 1 a una versión pobrísima de Boca que tiene que replantear todo y en una carrera contra el tiempo. Estudiantes demostró que, hoy por hoy, es el mejor equipo de Argentina, con rendimientos regulares, parejos y un andar sólido que se hace difícil para aguantar a un equipo como este Boca que en crisis, extrañó demasiado a sus individualidades históricas como Riquelme o Palermo. Y claro, eso se ve en la cancha y se paga con derrotas como las de anoche que obliga a un replanteo urgente.
Los primeros 30 minutos de partido fueron propiedad absoluta de Estudiantes que de la mano del andar prolijo de Verón y de Benítez, controló la pelota, manejó los tiempos y creo las mejores situaciones. El protagonismo lo tuvo el delantero Leandro González -reemplazante de Boselli- quien tuvo dos chances netas de gol y las desperdició. La primera, antes del minuto de juego, cuando quedó cara a cara con Javier García y definió débil y luego, tras un desborde de Nuñez, cuando no pudo definir. Boca, en tanto, se defendía como podía mientras buscaba alguna solución para recuperar el balón y poder generar algo. Insúa no aparecía y eso le complicaba las cosas al conjunto de Basile. Recién a los 32′ Boca apareció con peligro y fue con un cabezazo de Lucas Viatri, tras un corner, que se fue besando el palo derecho del arco del debutante Agustín Orión. El fervor de Boca emparejó algo el trámite y Estudiantes lo sintió. No llegó tanto pero al final, en el minuto de descuento del primer tiempo, casi abre el marcador en una contra sensacional que terminó con una asistencia de José Sosa para Leandro González, que el ex-Olimpo y Racing, no pudo transformar en gol.
Todos los méritos que había hecho Estudiantes en el primer tiempo, tendrían premio antes de los cinco minutos del complemento porque el fondo de Boca demostró todas sus fragilidades cuando Leandro González juntó a todos los defensores en la izquierda y metió el centro para la llegada solitaria de Maximiliano Nuñez. Boca sintió el impacto y siguió perdido en la cancha. Le costó caro porque a los 13′, el pibe Michael Hoyos metió un gol de otro partido, con un remate de 30 metros que se le clavó abajo, en el palo derecho del arco de García. Pero como si le faltara algo para liquidar a Boca y al partido, a los 15′, José Sosa metió un tremendo remate para vencer nuevamente a García. Descontó Viatri, pero el festival de Estudiantes ya estaba consumado. Y Morales Newman le puso la frutilla al postre al colocar el 4-1 defintivo.