El oficio de Estudiantes de La Plata, campeón de América, pudo más que el entusiasmo de Atlético Tucumán, a punto tal que el equipo dirigido por Alejandro Sabella se impuso anoche por 3 a 1, en partido válido por la décima fecha del torneo Clausura.

El equipo visitante lució la mayor jerarquía individual y colectiva que posee y se llevó con justicia los tres puntos, para continuar en una ubicación expectante del puntero Independiente.

El elenco tucumano, por su lado, prosigue en el fondo de la tabla de posiciones y de los promedios, aún sin poder festejar una victoria en lo que va del certamen (cinco empates y cinco derrotas).

Estudiantes se puso en ventaja casi desde el vestuario, a los 3m. de empezado el pleito, a través de un penal ejecutado por Mauro Boselli, luego de una falta que el arquero Lucas Ischuk le cometió al mendocino Enzo Pérez.

Previamente, el guardavallas visitante Agustín Orión había ahogado la conquista de Emmanuel Gigliotti, cuando el reloj apenas marcaba el minuto.

Los locales emparejaron el desarrollo y encontraron la igualdad en tiempo añadido, a los 46m., cuando Juan Manuel Azconzábal metió una palomita, luego de un tiro libre de Luis Rodríguez y festejó.

En la segunda mitad, Estudiantes también golpeó de arranque, con un tiro libre soberbiamente ejecutado por José Sosa, quien colocó el balón junto al poste derecho.

A partir de la conquista, el once de Sabella justificó la diferencia, moviendo la pelota de una banda a otra, generando desacoples en la última línea tucumana y poniéndose cara a cara con Ischuk en forma reiterada. Y sobre los 31m., una cesión de Rodrigo Braña encontró a Boselli en posición ideal para convertir. Y el goleador eliminó a Ischuk y no falló, para decretar el 3-1 final que ilusiona a Estudiantes y comienza a resignar a Atlético.