El fútbol es el deporte que más fervor genera en sus hinchas. Esa pasión se vio reflejada en el sacrificio que realizaron un grupo de hinchas de Sportivo Rivadavia entre miércoles y jueves para poder presenciar la clasificación del club de sus amores a la semifinal del Torneo Regional Amateur. A pesar de haber perdido ante Sarmiento de esa localidad puntana por 2 a 0, el equipo sanjuanino clasificó a la semifinal por haber ganado en la ida 4-0 (4-2 terminó en el global) y lo hizo con sus hinchas alentando en la tribuna.
El presente de Rivadavia es perfecto. En su primera participación en un Regional Amateur ya dio el batacazo eliminando a los "poderosos" del certamen que le tocaron en su zona. Incluso eliminó a Desamparados que partía como candidato en su cancha, ante su gente y en el último minuto. Lo cierto es que en instancia de Cuartos de final el rival fue Sarmiento de Tilisarao, en la provincia de San Luis pero en el límite con Córdoba. Para Rivadavia representó su primera salida fuera de los límites provinciales y para sus hinchas, que lo siguieron durante años y años en la B Local llegó la hora de cruzar fronteras y viajar para estar al lado del club de sus ampres.
El viaje desde La Bebida hasta Tilisarao, el pequeño pueblo de apenas 12 mil habitantes ubicado a 426 kilómetros de San Juan, significó toda una odisea para los hinchas del Rojo, que tuvieron que realizar 1.600 kilómetros en en menos de 48 horas.
TODA UNA ODISEA
Con la ilusión más firme que nunca después de haber ganado en la ida por 4 a 0, los hinchas de Rivadavia organizaron el viaje y contrataron una combi para llegar hasta San Luis para alentar al equipo en un encuentro que debía disputarse el miércoles por la noche. Cuenta Rodrigo Montenegro, que fueron 14 hinchas quienes pudieron viajar aunque el viaje arrancó con complicaciones porque rompieron una rueda y debieron parar a comprar una cubierta. Después de eso, y con la demora lógica que les implicó cambiar la rueda, continuaron viaje y una intensa lluvia los recibió en esa localidad puntana.
"Íbamos con toda la ilusión de ver a nuestro equipo pero cuando llegamos nos dijeron que el partido se suspendía y se jugaba el jueves. Teníamos un poco de bronca porque no podíamos quedarnos ya que algunos chicos tenían que trabajar el jueves en la mañana asi que decidimos volver", expresa Rodrigo.

Una vez en San Juan, ya en la madrugada del jueves, se pusieron a pensar cómo hacer para estar nuevamente el jueves en la noche en San Luis y Marcelo Montenegro, hermano de Rodrigo les dijo que tenían que estar. Como sea. "Fui a trabajar el jueves y apenas salí al mediodía, otra vez partimos a San Luis. Si estuvimos 9 años alentando a Rivadavia en las canchas de la B, ¿cómo nos íbamos a perder un partido tan importante de nuestro equipo?", expresa Rodrigo.
Los hermanos Montenegro viajaron junto a Facundo Naranjo, Jaquelina Guzmán y los pequeños Bautista y Eva Montenegro. "Es una enfermedad de familia la que tenemos, una pasión familiar que se va transmitiendo de generación en generación. En dos días estuvimos en la ruta con todo lo que eso implica, pero no importa, valió la pena. Ojalá este sea el año", manifestó Rodrigo reflejando la enorme ilusión con la que viven por estas horas todos en La Bebida.

