La obsesión para Desamparados era traer un delantero de peso y con goles. Y lo tuvo al asegurarse el jueves pasado la llegada del paraguayo Sergio Fernández (31 años). El arribo del "Patu" -máximo artillero de la división intermedia de su país y que venía de ascender a Primera con el General Caballero Sport Club- estaba acordado para hoy, en el inicio de la segunda semana de pretemporada, pero ayer Miguel Jofré, presidente de Desamparados, recibió la noticia (por parte del representante del jugador) de que Fernández se bajaba porque su esposa no quiere salir de Paraguay.
"Esto nos complica porque ya teníamos todo acordado, ahora tenemos que empezar de nuevo. Habíamos puesto todo para su llegada y nos salió con esto", contó Jofré al respecto. Incluso el mismo representante de Fernández le llamó luego para ofrecerle otro punta, también paraguayo, pero el dirigente directamente se negó y le cerró las puertas. "Claro, si nos hizo perder tres días".
Fernández debía arribar hoy a Puyuta para someterse a los controles médicos para luego firmar el contrato y pasar a ser el jugador más caro del plantel. Incluso las tres plazas restantes para sumar incorporaciones iban a depender de lo que económicamente les quedara, ya que con el paraguayo hacían el "gran gasto". Lo cierto es que ahora todo quedó en la nada y nuevamente tendrán que analizar las propuestas que antes tenían y habían desestimado.
Es decir que Mariano Mc Coubrey (ex Villa Mitre de Bahía Blanca), Leonardo Abálsamo (ex Maipú de Mendoza) y José "Pepe" Sánchez (ex Atenas de Río Cuarto) vuelven a estar en el tapete, al que se le sumarán otras propuestas que surjan como consecuencia de la baja de Fernández, por lo que cualquiera de ellos puede ser confirmado como jugador víbora. Incluso anoche Jofré se reunió con el entrenador Alberto Naveda para darle una rápida solución y no perder más días de entrenamiento para aquel que finalmente sea el delantero, que en el inicio de esta semana tiene que estar cerrado.
Luego irán por otro atacante, un mediocampista que puede ser enganche o volante central y finalmente un central. Pero eso quedará para más adelante, dado que hasta que el goleador que se busque no firme y entrene en Puyuta, no saldrán a buscar otra cosa.