Argentinos de la Florida, los populares ‘caranchos‘ jachalleros es el nuevo campeón de la Liga Jachallera de Fútbol al empatar 2-2 con su tradicional rival de todos los tiempos, el Deportivo La Estrella 2 a 2 en el complejo deportivo de los ‘molineros‘ con una excepcional cantidad de aficionados que dejaron en taquilla 24.000 pesos, récord absoluto para el fútbol norteño.
En un partido intenso donde el local tenía la obligación de revertir el resultado de la primera final que fue para Florida por 2 a 1 (una semana antes), y con esa necesidad fue el protagonista principal del clásico: Estrella apurando desde el inicio buscando el resultado que le permitiera definir el torneo desde el punto del penal o haciendo goles para dar directamente la vuelta olímpica.
Pero Florida le cerró todos los caminos con un Luis Barros impasable como marcador central y jugando al pelotazo para sus dos hombres de arriba (Pablo y Chito Guerrero). A los 28 minutos Luis Barros con un fuerte tiro libre marcó el primero para Florida para la algarabía de sus parciales y dos minutos después, una nueva llegada de los caranchos terminó en la red tras una buena jugada colectiva que magistralmente la terminó Javier Figueroa con un disparo cruzado al ángulo del arco molinero. Dos a cero y parecía partido liquidado. Pero Estrella llegó al descuento sobre el final del primer tiempo con una muy buena definición de Rodrigo Avila para sellar el 1-2.
En el complemento todo fue repetido: Estrella atacando y Florida aguantando hasta que llegó el empate, que sería definitivo en una embestida de Diego Avila que puso la pelota al fondo de las mallas tras un centro cruzado.
En suma un partido intenso, con un Estrella que quiso pero no pudo y con un Florida que aguantó todo, hasta el empate en 2, ya que el título lo había ganado la semana anterior.
Luego, algarabía total. Entrega del trofeo “Mario Alejandro Quiroga”, vuelta olímpica, caravana por las calles jachalleras y festejo hasta las primeras luces del alba. Una fiesta marcada por el sentimiento que los Caranchos despiertan en su gente.

