Bastante complicada comenzó la mano para el piloto sanjuanino de motociclismo Mario Frack, quien a los 50 años decidió encarar la última campaña de su dilatada carrera deportiva asumiendo un desafío mayor al que tuvo el año pasado cuando se coronó campeón chileno de 100 cc y fue subcampeón en 400. Aún con escaso apoyo, comenzó a transitar la recta final con la misión de defender el cetro en la categoría de menor cilindrada y realizar el mejor papel posible en la categoría reina, la Superbike.
Mario, quien ayer confirmó el auspicio de la empresa Ibiza, propietaria de Del Bono Park Hotel y concesionaria del Casino, que lo alojarán cada vez que tenga que competir en alguno de los hoteles de su cadena que tienen en el vecino país.
El apoyo del intendente de Pocito, Sergio Uñac y un par más de sponsors, son con los que se animó a empezar su reto.
“Debuté sin conocer la moto y fui cuarto en la Superbike, también hice podio en 100, porque fui tercero”, explicó quien la semana próxima tratará de llegar dos días antes para entrenar con sus motos. Cuando el tema pasa por el apoyo económico, Mario se pone serio. “Estoy esperando respuestas, he dejado carpetas en varios lugares, incluso en órganos oficiales, pero todavía no tengo noticias”, contó, explicando luego que la compra de la Triumph 675, con la que corre en la categoría grande alcanza los $100.000 y que al no poder adquirirla da muchas ventajas. “Me encantaría traerla para que la prepare Horacio Más, pero no puedo, los gastos de aduana son elevados y no puedo afrontarlos”, dijo con un dejo de amargura.
Mientras espera respuestas, Frack se lanzó sólo a la aventura. “Había perdido una fecha, no podía dar más ventajas”, culminó.