El seleccionado de básquetbol de Francia entregó ayer el batacazo mayúsculo de la Copa del Mundo 2014, al derrotar al local España, por 65-52, eliminándolo del certamen y clasificándose así para una de las semifinales del campeonato.
La multitud reunida local comprobó incrédula como su Generación Dorada, campeona mundial en 2006, se despidió prematuramente de un torneo que lo tenía como favorito. El conjunto galo, que le había ganado apenas uno de los últimos diez enfrentamientos (semifinal del Eurobasket Eslovenia 2013), se instaló entre los cuatro mejores y en la próxima instancia se enfrentará mañana con Serbia, que despachó con contundencia al Brasil de Rubén Magnano por 84-56.