Es sabido que el rugby no es uno de los deportes más populares en San Juan. No obstante, esa afirmación pasó ayer desapercibida en el Estadio del Bicentenario ya que cerca de 10 mil almas acompañaron a Los Pumas en su primer partido de la era profesional, ante Italia.

Desde temprano la gente comenzó a llegar a la “Cava de Pocito” para disfrutar el trascendental partido. Y, como era de esperar, hubo mucha presencia femenina que cautivó a más de uno. También, entre los más convocados, hubo muchos chicos y jóvenes que en algunos sectores del estadio llegaron a colgarse del alambrado para ver de cerca a sus ídolos. Todos, junto a la mayoría de hombres, disfrutaron de cada try, conversión y penal ejecutados por Felipe Contepomi. El experimentado capitán se ganó el cariño de todos los sanjuaninos cuando anotó su único try cerca de la segunda línea del in goal para festejarlo, con la mano en su oreja, con toda la popular norte. Otro que también contó con el reconocimiento de la gente fue Rodrigo Roncero, que cuando salió sustituido fue aplaudido y ovacionado.

Las bajas temperaturas no impidieron que la gente fuera a alentar a Los Pumas que perecían tener un jugador más: el jugador número 16. Los gritos, la emoción y el nerviosismo de las dos plateas casi completas y de las dos populares con poco menos de la mitad de la capacidad permitida, será imborrable.