La imagen del final vale por mil palabras. Mientras Cuty Barrera le sacaba los guantes a Baldomir, cinco ayudantes y las cámaras de televisión lo rodeaban. En el rincón opuesto Funes recibía los saludos de su segundo, el cordobés Alberto Gómez que fue ayudante de su primer técnico Carlos Tello, al que le pidió que subiera a asistirlo porque no tenía, siquiera, quien vendara sus puños.

Esa contraposición de realidades se agiganta, aún mas cuando se analiza la preparación con la que arribó cada uno al intenso e interesante match central de la megavelada organizada, antenoche por la empresa Arano Box en el Aldo Cantoni y televisada por HBO Plus para toda Latinoamérica y por Telefutura a todo los Estados Unidos. Baldomir, que venía de ser noqueado el 18 de septiembre por el méxicano Saúl "El Canelo’ Alvarez, se concentró un mes en Junín donde realizó entrenamientos en doble y triple turno. Funes, que no peleaba desde agosto, trabajó nada más que con la compañía de su padre y el apoyo como sparring de Pablo Doña.

¿Qué valor tiene remarcar estos detalles? Uno muy importante. Resaltar la hidalguía del púgil sanjuanino que, superado en el aspecto físico por un rival acostumbrado a pelear los tres minutos de cada asalto, regó el ring con su sangre (sufrió en el quinto asalto un corte en el pómulo derecho) y su coraje.

Baldomir ganó la pelea bien (la tarjeta de DIARIO DE CUYO marcó 98 a 96,5) pero nunca por los seis puntos que le otorgó el jurado porteño Tavella, 99-93. El fallo fue mayoritario porque el juez sanjuanino Silva vio ganador al sanjuanino 98-96,5 y el juez llegado de Mendoza, de apellido Aguilera, otorgó 98-97 para el santafecino.

¿Por qué ganó Baldomir? Porque puso sobre el tapiz todo su oficio para sacar adelante la pelea. Según contó (ver página 78), sintió una mano neta al hígado en el primer round y nadie se dio cuenta porque le achicó los espacios de descarga a Funes y pasó el mal rato. Viejo zorro de mil batallas, El Tata llevó el combate al terreno que más le convenía en la corta y media distancia. El sanjuanino, que ganó el tercero y cuarto asalto, también el séptimo, no pudo frenar con sus golpes curvos y por afuera el ataque constante de Baldomir que los siete rounds que ganó los hizo por medio punto apoyado, aparte de su experiencia, en su mayor cuota de oxígeno.

La única verdad es la realidad y contra ella no se puede remar en contra. Funes hizo lo que pudo pero no le alcanzó.