Hacía más de cuatro meses que no corrían y la espera tuvo recompensa. Más de 2.000 personas en los cerros y en zona de boxes le dieron el mejor marco de público a una nueva edición de Domingo de Nitro, un evento de picadas que concentra a los mejores pilotos y autos de San Juan y de Mendoza. Con casi un centenar de máquinas de todo tipo y de motos de gran cilindrada, las carreras de aceleración demostraron una vez más que se trata de un fenómeno inoxidable, de pilotos y espectadores ávidos de desafíos de a dos vehículos que en sus categorías más picantes tienen un piso de 9 segundos para recorrer 200 metros.

El primer Domingo de Nitro del año se realizó ayer en la recta principal del autódromo El Zonda-Eduardo Copello. Si bien hubo actividad desde la mañana con pruebas, el plato fuerte fue a la tarde. Las categorías, que se dividen por tiempos específicos para recorrer los 200 metros de la pista, se fueron sucediendo en duelos clasificatorios y repechajes antes de llegar a sus finales. A cada ganador de categoría le atribuyeron el mote de campeón y una copa gigante como premio.

Por un picódromo

El ambiente de las carreras de aceleración ayer solicitó públicamente la construcción de un picódromo, es decir, una pista exclusiva para la actividad que pueda contener a quienes se dedican a estas competencias y quienes las disfrutan como espectadores. Mientras, deberán seguir adaptando lugares, como el autódromo o la pista del aeroclub

Las picadas se armaron por tiempos de categoría (11, 10 y 9 segundos) y las más lentas se largaron al principio. Las esperadas de 9 segundos consisten en que sus competidores tratan de alcanzar ese tiempo o marcar la menor cantidad de décimas si lo superan, pero no pueden registrar menos tiempo, porque en ese caso les dan perdida la carrera.

Se trata de un verdadero desafío que busca emparejar potencias y que enloquece al público, que ayer le dio al cerro del autódromo un marco tan importante como el de cualquier carrera nacional.
Los boxes, en tanto, estuvieron completos y su calle estuvo atestada de público y de más autos y motos. No faltaron las promotoras para darle el toque de glamour y el animador que se puso al hombro todo el show para explicar algunos conceptos y entretener a la gente.

En el año

4 Fechas de Domingo de Nitro pretenden organizar a lo largo del año. En 2016 hubo tres, por lo que la actividad se mantiene en crecimiento, indicaron.

La inversión que hacen los diferentes pilotos (todos amateurs) es importante, pues hay autos que tienen elementos y mecánica que superan los $200.000 y siempre habrá más y nuevas cosas para sumar. Por eso es que puede haber duelos entre un Fiat 600 y un auto de alta gama, que le dan ese toque especial y diferente y que posiblemente sea una de las claves de su exitoso presente.


Zona de picadas
 

La Renoleta de $200.000

Diego Santander rompió todos los moldes al armar un auto diferente para correr picadas: un Renault 4. Modelo 82, la Renoleta era de su mamá y fue a su vez el primer auto de Diego, durante su adolescencia. Técnico en inyección electrónica, en su taller empezó a preparar autos de carreras de aceleración, hasta que un día apuntó a su vieja Renoleta. "Le puse un motor de Clío 1.6 varillero de 8 válvulas y decenas de detalles y elementos que lo fueron puliendo. Es uno de los autos más completos y mejor preparados de Argentina, al punto que ya llevo invertidos más de 200.000. Para mí, es como un hijo", dijo Diego, vecino de Mendoza.


La chica del Bora


Es mendocina, tiene 25 años y es una de las pocas mujeres que corre picadas en Cuyo. Se llama Constanza Rodríguez y compite en un VW Bora blanco, su segundo auto de carreras de aceleración. "Cuando cumplí 18 años me regalaron un Gol Trend. Y como siempre me llamaron la atención los coches, lo empecé a tunear. En el taller conocí a quien hoy es mi novio y de a poco me fui metiendo en las picadas. Con el Gol empecé a correr y a invertir dinero, hasta que en una carrera se derritió un pistón por el uso del nitro y entonces me compré el Bora", contó. Igual, al Trend ahora lo está preparando para hacerlo exclusivamente para competencias, lo que implicará que ya nunca más podrá andar por las calles.


Un Fitito con nitro


Fue el campeón de la categoría 9 Libre en 2016 y su pequeño cascarón esconde un poderoso motor aspirado con nitro que lo hace uno de los invencibles en San Juan. Es el Fiat 600 color rojo de Diego García, que ha sabido derrotar a autos de alta gama o a Ford Falcon de libre preparación, por lo que tiene un bien ganado respeto en el ambiente.

"Me regalaron el auto cuando tenía 12 años y cuando tuve la posibilidad de armar uno para correr picadas no pensé en comprar otro, sino en transformar el Fitito. Estuve más de un año trabajando en el auto y debo llevar invertidos más de 150 mil pesos, pero es algo que hago con mucha pasión", dijo Diego, quien tiene un taller mecánico.