Los orígenes del Club Cultural Villa Borjas son por demás particulares y poco comunes. Allá por los años ’60 y ’70, en la localidad veinticinqueña de Casuarinas, existían dos clubes que generaban serias divisiones entre las familias de la zona. Rivalidades por temas sociales y deportivos que cruzaban los límites. En una misma familia había integrantes que simpatizaban por Cultural mientras que otros lo hacían por Villa Borjas, una situación inadmisible para ellos que ocasionaba descontento en ambos grupos y, en consecuencia, discusiones y peleas. Así pasaron los años, hasta que el 28 de enero de 1973, Don Santiago Riveros y otro grupo de personas decidieron ponerle fin a la problemática y unir a los seguidores de ambos clubes fundando el Club Cultural Villa Borjas.

El nombre se formó en base a las instituciones fusionadas y los colores fueron totalmente distintos a los anteriores para no provocar conflictos. Entonces desecharon el celeste de Cultural y el rojo de Villa Borjas para pasar al amarillo con verde y así darle al apodo de Canarios. Fue así que se formó el club veinticinqueño para luego comenzar con la construcción de la sede social, que siempre estuvo a disposición de los socios (hoy hay alrededor de 50) para cualquier tipo de eventos y que, con el paso de los años, albergó grandes festivales que tuvieron como protagonistas a artistas como Antonio Ríos, Los Iracundos, Pelusa, entre otros. En la actualidad casi no se realizan grandes eventos pero la idea de la actual dirigencia, encabezada por Esteban Vildozo, es reflotar las actividades familiares para aportar al crecimiento de la institución.

En el ámbito deportivo, Villa Borjas es sin dudas uno de los clubes más grandes y representativos de 25 de Mayo. Tiene dos clásicos: a nivel departamental el rival que despierta una mayor atracción es Sportivo 25 de Mayo y en Casuarinas el derby es frente a Benjamín Matienzo. El Canario es el último campeón de la Liga departamental y también tuvo el lujo de consagrarse en el Torneo de Clubes Campeones, en 1983. En esa oportunidad, con Víctor Meglioli (reconocido dirigente de Villa Obrera) y Andrés Pereyra en la dirección técnica, y con una dupla temible de delanteros, conformada por Rolando Vildozo y Pedro Tello, jugó la final ante La Florida de Jáchal. En la ida en el Sureste se impuso Villa Borjas por 3-2, en tanto que en la vuelta, en el Norte sanjuanino, fue 2-2 luego de estar en ventaja para escribir la página más gloriosa de su historia. En aquella ocasión viajó una gran cantidad de hinchas veinticinqueños en 14 colectivos para apoyar al equipo y no se arrepintieron, porque consiguieron el título más preciado para un club del interior de la provincia.

En la actualidad, 43 años después de la fusión, todo es paz y amor en Casuarinas. Ya no hay peleas familiares por la simpatía por un club u otro, sino que todos juntos apoyan a Villa Borjas, el Canario que es un emblema departamental.