¡Vaya si los jugadores de San Martín tuvieron que correr ayer por la tarde en el Hilario Sánchez! Primero durante la práctica de fútbol de 25’ que realizaron y, al toque, para salir con todo rumbo al camarín para subirse a los autos y ponerlos al resguardo del diluvio y granizo que azotó la provincia cerca de las 20 por lo que se suspendió la práctica en la previa del partido de mañana ante All Boys.

FÚTBOL
Después del calentamiento, el DT del Verdinegro, Garnero, reunió a los once que paró ayer para el lado de los titulares: Pocrnjic; Galarza, Grabinski, Landa, Mas; Bogado, Bustos, Cantero, Poggi; Caprari, Penco. Es decir, los mismos once que colocó en el ensayo de fútbol del viernes. De esta manera, nuevamente estuvo ausente Cristian Alvarez. El lateral charló en el círculo central antes de la práctica con el DT y después se retiró. Igualmente, se espera que el Pelado pueda jugar mañana, aunque eso recién se confirmará hoy con la práctica de pelota parada.

Durante los 25’ de fútbol, los titulares tuvieron a sus dos nueve más que afilados. Pese a comenzar perdiendo con el gol de Zamponi para los suplentes, lo dieron vuelta con un duplicado de Caprari y el otro de Penco.

DILUVIO
“Los mismos equipos de cada lado”, alcanzó a decir uno de los ayudantes de campo de Garnero, Pablo Rotchen, y entonces la lluvia dejó de ser una amenaza en Concepción para transformarse en realidad. Así se vio cómo el propio Rotchen, Garnero y los futbolistas metieron un pique corto infernal hasta el túnel buscando el reparo tras la llegada también de algo de granizo. Pero ahí no quedó el desgaste físico, es que aquellos que tenían sus autos a cielo abierto siguieron con el despliegue debido a que buscaron estacionar sus movilidades en un lugar techado. Fue así como los Pocrnjic, Mas, Sosa, García y el propio presidente, Miadosqui, aceleraron el trote para cumplir el objetivo. Hasta Roberval, que se encuentra en pleno proceso de recuperación, tuvo que meter un pique para ‘salvar’ su coche negro.

Igualmente, cuando la lluvia torrencial dio paso al cielo nublado pero ya sin agua, el plantel y el cuerpo técnico, junto a algunos directivos, comieron el clásico asado cerca de la secretaría. Una tarde singular había pasado, donde la pelota más que mancharse, se mojó. Y bastante, para más datos...