Era depositar ahora para recibir ganancias en el futuro. Era ganar apuntando a la cosecha obligada que tendrá que venir en la Reválida. Era ganar para terminar al menos mano a mano con el resto, pero Sportivo Desamparados volvió a quedarse con las ganas, sumido en la impotencia y presa de sus propias limitaciones. Enfrente tuvo al equipo B de Santamarina de Tandil y no pudo ganarle, terminando la fase regular de este Argentino A con un empate sin goles que condicionó su futuro. Ahora, en la Reválida, Sportivo tendrá el lastre de jugar con una desventaja en puntos respecto de los demás, teniendo la obligación de sumar tal vez el doble que sus rivales.

De entrada, parecía que este Sportivo iba a imponer sus condiciones porque a los 5’ ya avisaba con una llegada a fondo de Fernández pero después entró en el desconcierto y cuando iban 16’ empezó a perder la brújula cuando el árbitro Fernández decidió apresuradamente la expulsión de Zbrun. Sintió el impacto Sportivo y ya no fue el mismo. Se desorientó, se perdió. Entró en la locura de querer ganar antes de jugar y eso le facilitó las cosas a Santamarina que le movió bien la pelota, lo complicó y con dos apariciones de Prudencio en el ataque casi le saca ventajas. Pero la respuesta de Gómez mantuvo el 0-0 parcial. La esperanza de revertir ese marcador se fue diluyendo a medida que empezó el complemento. Es que Desamparados quiso y no pudo. Solo el empuje de Jofré lo ilusionaba. Tuvo una opción con Prieto al que le hicieron penal pero el árbitro no lo juzgó así. En ese instante, se murieron las esperanzas y Sportivo fue más voluntad que juego. Santamarina lo controló bien, lo presionó por momentos y jugó con la desesperación y la ansiedad sanjuanina. Era ganar hoy para no sufrir mañana y Sportivo quedó condicionado.