La cerrada ovación que despidió al joven Nicolás Gaitán, autor de los dos goles en la sufrida victoria ante Tigre, cuando Alfio Basile decidió el cambio del héroe de la tarde en Liniers a los 42 minutos, fue uno de los momentos en que la "Doce" se olvidó un poco del partido de River.

La hinchada de Boca disfrutó la victoria contra Tigre, pero siempre, aún en los momentos más difíciles, tronó el clásico: "que el domingo, cueste lo que cueste, tenemos que ganar", haciendo referencia a una nueva edición del superclásico contra los millonarios.

En realidad, el Mundo Boca empezó a jugar ayer el partido de la fecha que viene. Desde su presidente Amor Ameal, que antes del partido se había comunicado con los dirigentes de River para pedirle la mayor cantidad de entradas que puedan darle. "Nosotros siempre les damos 4.500, supongo que recibiremos al menos la misma cantidad", expresó a un programa radial partidario.

Hasta pareció que los jugadores dentro de la cancha se comieron el almuerzo antes de la cena porque le perdonaron la vida a Tigre y debieron remar más de la cuenta para mantener el resultado.

El mismo Juan Román Riquelme, que en esta página expresa su alegría por haber ganado, confió que no es sencillo evadir el tema cuando se sabe que la gente quiere ganar ese partido. "Ahora vamos a disfrutar esta victoria pero sabemos que el domingo próximo tenemos que jugar mejor para darle una satisfacción a todo este público que nos apoyó hoy", contó.