Uno. Lleva ese número en la camiseta por ser el actual ganador de la Vuelta de San Juan. Por eso su equipo desde esta temporada, la Municipalidad de Pocito, es el que arranca en la grilla de corredores de la prueba. Ayer, para no ser menos, pegó antes que nadie en un final de carrera accidentado y donde tuvo la suerte de su lado para no verse involucrado, igual que le pasó a su compañero Ricardo Escuela y a Javier Páez (Forjar Salud). Es Gerardo Fernández, un sanjuanino por adopción como él se definió después de quedarse con la edición pasada de la Vuelta y así quedar a uno del récord de Alberto Chato Bravo. Pegó primero que nadie y por eso al terminar el sábado, la sonrisa le iluminó el rostro al nacido en Lobería, hace 32 años.

"La verdad que la idea era levantarle el embalaje a Escuela que era quién mejor estaba del equipo en los que veníamos de cabeza. Pero se dio el tema de la rodada y después de poder zafar de caerme, sólo tuve que acelerar un poco para ganar. No era lo esperado, pero bienvenido sea", abrió el único ciclista argentino que se quedó con una carrera profesional por etapas en Europa hasta el momento como fue la Joaquin Agostino del 2005.

Fernández es un candidato de fierro para la Vuelta. Sus dotes de buen embalador, cada día mejor contrarrelojista y un eximio escalador así lo establecen. El corte de los primeros quince hombres con el resto del pelotón, para muchos, sentenció a que el ganador se encuentre en ese grupo. "Creo que fue una fuga determinante para el resto de la prueba. Salvo que sucede algo muy raro en la gente de atrás, esto se define entre los primeros que llegamos hoy (por ayer). Aunque estoy convencido que la punta de la general va a cambiar varias veces hasta el final", pronosticó al momento que bromeó con su técnico de equipo, Ernesto Pollo Fernández, sobre si es el candidato del team: "Eso lo tiene que decir el técnico. Uno está para sumar y si se puede dar una alegría mejor. Acá lo importante es la camiseta de Pocito", reflexionó.

Gerardo sufrió una rodada hace 41 días en el embalaje final de la Doble Difunta Correa, que le provocó una lesión en el hombro derecho que lo marginó del Giro del Sol. En la previa de la Vuelta contó que no sabía cómo se encontraba físicamente: "Sentí el esfuerzo de una etapa tan dura y con un terreno complicado como este. Venía con lo justo sobre el final y por eso la idea era que levantara el embalaje para Ricardo (Escuela), aunque luego se dio para mí. Esto será largo y duro, así que hay que descansar bastante y estar tranquilos porque falta mucho. La Vuelta recién comienza", cerró Fernández, el uno en la camiseta y el primero que pegó en la nueva edición de la carrera más popular de la provincia.