El suizo Gianni Infantino fue elegido ayer como flamante presidente de la FIFA, en la segunda vuelta de la elección que se desarrolló en la ciudad suiza de Zurich, y reemplazará a su coterráneo Joseph Blatter, quien estuvo al frente de la máxima entidad del fútbol durante 17 años pero se tuvo que ir envuelto en un escándalo de corrupción.
Infantino consiguió 115 votos, mientras que el jeque bahreiní Salman bin Ibrahim Al-Khaliffa sumó 88, el príncipe jordano Ali solo 4 y el francés Jérôme Champagne 0 (el sudafricano Tokyo Sexwale se retiró antes de esa primera votación), luego que en la primera votación ninguno de los candidatos obtuviera los dos tercios necesarios para ganar.
Desde la segunda vuelta era suficiente la mayoría simple para ganar la elección y por eso el dirigente suizo completará el mandato que había comenzado Blatter, hasta 2019. Infantino, secretario general de la UEFA, era el candidato de las federaciones europeas.
El dirigente suizo, que ganó terreno y se posicionó como candidato ante la baja de Michel Platini, quien fue suspendido al igual que Blatter por denuncias de corrupción, captó en la segunda vuelta buena parte de los votos que habían ido para Ali.
El suizo hereda una organización inmersa en su peor escándalo de corrupción y que el viernes votó una serie de reformas para hacerla más transparente, profesional y responsable.
Investigaciones penales en Estados Unidos y Suiza han resultado en acusaciones a decenas de dirigentes del fútbol, además de empresas y ejecutivos de marketing deportivo, por corrupción.
Además, la FIFA se vio obligada a investigar la adjudicación de los próximos dos Mundiales, Rusia 2018 y Qatar 2022.
El triunfo de Infantino parece caerle bien a la Conmebol, ante la incertidumbre que generaba la posibilidad de una victoria del jeque bahreiní. Apoyado por reconocidos ex futbolistas como el portugués Figo y los brasileños Roberto Carlos y Cafú, Infantino sostuvo como una de sus propuestas aumentar a 40 la cantidad de seleccionados que participarán en los mundiales.
Ahí también podría recibir una buena noticia la Conmebol, ya que existiría la posibilidad de que esta parte del continente reciba una plaza más y pase de 4,5 a 5,5.