El mediocampista Matías Giménez, última incorporación de San Lorenzo, manifestó ayer que quiere "borrar lo malo del pasado" y "dar lo mejor" de sí para agradecer la confianza del entrenador del equipo de Boedo, Ramón Díaz. "Que me llamara Ramón Díaz fue fundamental, es un gran técnico y le estoy agradecido por el interés. Por eso quiero borrar lo malo del pasado, mirar para adelante y dar lo mejor de mí", dijo Giménez, cedido en un préstamo de un año por Boca, con una opción de compra de 1.350.000 dólares, operación en la que Diego Rivero pasó a la entidad de la ribera.

El jugador explicó que uno de los motivos que lo llevó a buscar un nuevo rumbo fue que, pese al pedido de Julio Falcioni para que se quedara, "no iba a tener mucho lugar". Por otra parte, el futbolista surgido de la cantera de Tigre dijo que no notó diferencias entre el mundo de Boca y el de San Lorenzo porque "son dos equipos grandes" y marcó las expectativas para el próximo torneo. "Estamos obligados a pelear el torneo y realmente San Lorenzo se está armando bien. Vamos a ir despacito y ojalá, Dios quiera, se pueda dar", finalizó.