"No me creían, ¿no? Acá estoy, quiero personalmente agradecerles el esfuerzo que han hecho para terminar esta obra tan linda que será un orgullo para los sanjuaninos", comentó el gobernador José Luis Gioja cuando en el descanso ubicado debajo de los palcos entregó a los obreros las entradas para que asistan mañana al partido entre los seleccionados de Argentina y Venezuela que servirá para inaugurar oficialmente el escenario en el que, durante el mes de julio, se jugarán partidos de la Copa América.

El máximo mandatario provincial aprovechó para compartir algunos mates con quienes en el último mes han trabajado sin horario de salida para culminar sus trabajos.

"Seguro que faltarán detalles, pero estoy seguro que todos los que asistan el miércoles, incluso usted -dijo refiriéndose al cronista- podrá contarle a sus nietos que estuvo en la inauguración de este estadio que albergará muchas páginas importantes del deporte local", confió Gioja en un aparte, antes de reunirse con las autoridades de la Policía, de la Liga Sanjuanina de Fútbol y sus colaboradores más directos para finiquitar detalles relacionados a la seguridad.

Eduardo Giménez, un técnico de 28 años, fue el encargado de la parte eléctrica, comentó que él ya se dio el gusto de jugar un picadito con un sólo arco. "Nos dimos un gustito el otro día". Quien explicó, entre otras cosas que se han utilizado 21.000 metros de cable subterráneo y que el estadio cuenta con 1.200 luminarias, sin contar las 160 que sirven para iluminar el campo de juego.

Marcos Castro es otro de los hombres que durante un año estuvo poniéndole el lomo a Sol y sombra para erigir esta mole cuyo esqueleto tiene 350.000 kilogramos de hierro. "Yo trabajé en encofrado y puedo decirle que lo que más nos complicó fue el calor. Cuando hacíamos las vigas de abajo, como no entraba el aire, el calor era insoportable", contó quien en inferiores llegó hasta la quinta división del club Unión y que todavía no tuvo oportunidad de ponerse los cortos y pisar el verde césped donde mañana jugará el equipo que dirige Sergio "Checho" Batista.

Ricardo Neira, uno de los encargados de hacer las bases donde se apoya toda la estructura, quien fue otro de los que recibió de manos del gobernador su boleto para asistir mañana al partido, contó que lo más complicado de su tarea fue evitar que se desmoronaran los pozos donde se asentaron las columnas. "Hay partes del terreno muy blando, por lo que en más de una ocasión debimos rehacer un pozo".

Así como 25.000 sanjuaninos podrán decir orgullosos que estuvieron en la inauguración del estadio. Aproximadamente 400 hombres inflarán su pecho declamando que ellos lo levantaron piedra por piedra. Como no iban a estar mañana. Lo prometido por el gobernador era una deuda, que ayer saldó entregando los talonarios correspondientes de entradas.