Su nombre no aparece en la enciclopedia más grande de internet, Wikipedia. Pero desde anoche más de un jugador argentino sabe bien, con nombre y apellido, quién es el arquero de Alemania: Patrick Glowka. Es que el arquero teutón fue la figura del estreno entre Argentina y los europeos pues le ahogó el grito a distintos hockistas argentinos que pretendieron su grito personal. En su repertorio hubo tapadas a tiros de media distancia, en este caso principalmente al Tuvo Abalos y al Mono Velázquez; pero también en los mano a mano contra Emanuel García y Lucas Ordoñez. De hecho, al ex jugador de Banco Hispano le achicó muy bien el arco de remate en el único directo de la noche con que contó la Albiceleste, justo en el epílogo de la primera mitad.

La Selección que conduce José Martinazzo generó no menos de una decena de opciones netas para convertir. El toque y la rotación al comienzo del encuentro generó los espacios para los remates albicelestes, pero las voladas de Glowka hicieron inútil cualquier intento. En los dos primeros goles no tuvo absolutamente ninguna culpa pues llegaron tras sendos toques de Pablo Alvarez en el segundo palo, cuando el arquero lo que trataba de cubrir era el remate directo. En la genialidad de Carlos Nicolía, para el tercer tanto local, mucho menos pues quedó solo ante él y el Cabezón de forma estupenda. Y en el cuarto, el mérito mayor se lo lleva Pablo Alvarez quien definió de forma impensada con la mano menos hábil, la izquierda.

No siempre habrá un Glowka para evitar tantos gritos argentinos, pero al menos desde anoche y aunque todavía no lo carguen en Wikipedia, más de uno ya sabe quién es.