Godoy Cruz le asestó anoche otro duro golpe a Independiente al ganarle por 3-1 en Avellaneda y mandarlo al último lugar del grupo 8 de la Copa Libertadores, que ahora dominan los mendocinos.

Del aliento al silencio y luego a los silbidos trocaron los hinchas de Independiente que esta vez estuvieron lejos de llenar el Libertadores de América. Amagó Independiente con revertir la mala racha y con ritmo, lucidez y buen fútbol abrió el marcador con un cabezazo de Facundo Parra pero ese dominio se disipó rápido y Hernán Fredes en contra, Ariel Rojas y Rubén Ramírez revirtieron el resultado para otra noche más negra que roja en la casa del Diablo.

Independiente pareció olvidarse de la presión que vive en estos días y con ocho cambios respecto del partido que perdió ante Arsenal tuvo velocidad, despliegue y sintonía fina. Un disparo cruzado de Gracián que se fue cerca, un centro bajado por Parra que quedó servida para Jairo Castillo, en su noche de vuelta al Rojo, que desperdició bajo el arco fueron el prólogo al gol que llegó a los 15. Fue un tiro libre frontal de Gracián que Parra, inteligente, durmió a su marca, Israel Damonte y cabeceó por encima de Torrico.

Godoy estaba acomodado para hacer noche desde el cero a cero y le costó tomar la iniciativa, porque Independiente movió bien la pelota pero en la primera llegada el conjunto mendocino llegó a la igualdad. Un tiro libre cruzado y pasado de Rojas encontró a Olmedo, que mandó un buscapié un tanto débil y Fredes, al intentar despejar, desvió la pelota por sobre Hilario Navarro marcando en contra. Golpe anímico para uno y otro y el equipo mendocino se envalentonó y cinco minutos después Rojas se metió a las espaldas de los volantes defensivos para recibir un pase de Sigali, se acomodó y sacó un zurdazo desde fuera del área que se incrustó en la ratonera izquierda del arco de Navarro. Gracian entró en otra de sus lagunas y se contagió el Patito mientras el aliento en las tribunas se desvanecía y ganaba dominio un silencio sepulcral. En el segundo apuró Independiente, pero quedaba muy expuesto para el contragolpe. Y en uno, Olmedo habilitó con un cabezazo a Ramírez que la levantó por sobre el cuerpo de Navarro y marcó el tercero a los 11.

Antonio Mohamed, visiblemente golpeado, intentó la última metiendo más hombres de ataque con Matías Defederico y Leonel Núñez por Fredes y Castillo. No hubo cambio.

Godoy jugó entonces con el resultado. Sigali pudo anotar el cuarto con un cabezazo pero la pelota se estrelló en un vértice del arco. Llegó el final, con profunda alegría para el Tomba y más que preocupación para el Rojo.