El estadounidense Robby Gordon dio ayer otro de sus conocidos golpes de efecto cuando poco después de anunciarse su abandono por un problema mecánico en la cuarta etapa del Dakar, de Jujuy a la ciudad chilena de Calama, avisó por Twitter que seguía en competencia.

"Creo que vamos un poco atrasados. Adiós", se despachó Gordon a través de la red social, cuando todos daban por seguro que el Dakar perdía su showman, por un problema en el rodamiento delantero de su Hummer, antes de largar el tramo especial.

A las 20, hora argentina y también chilena, Manuel Paredes, un colaborador chileno de Gordon, anunció que aunque la página web del Dakar daba al piloto como abandonado, los registros oficiales a la vez marcaban que ya estaba en el way point 1 de la especial.

El showman del Dakar se quedó en el kilómetros 514 del enlace de camino a la especial, que no pudo iniciar ya que se le acabó el límite reglamentario para entrar en carrera antes de que la asistencia del piloto llegara al lugar. Gordon estaba 47mo. en la clasificación general, a 1 hora 32 minutos 42 segundos del líder Carlos Sainz. El año pasado había llegado en el octavo lugar y en 2009, resultó tercero.

En el segundo tramo del Dakar 2011, camino de Córdoba a Tucumán, Gordon volvió a dar uno de sus golpes de espectacularidad cuando se salió del camino, quedó encajado y de costado con su poderosa Hummer, pero recibió la ayuda de un fanático que le prestó su modesto Fiat 147 pintado del mismo naranja furioso que la máquina del piloto estadounidense. Gordon, sin dudarlo, subió al volante, demoró unos minutos en agarrarle la mano al 147 y comenzó a acelerar para sacar con el auto a su camioneta, mientras una linga tiraba sin dar tregua.

Finalmente, el estadounidense, famoso por sus saltos desde la rampa de salida debajo del Obelisco porteño, pudo seguir camino, aunque terminó 47mo. en la etapa.