Bajo la conducción de un Fernando Gago en un nivel excepcional, Boca Juniors produjo ayer un muy buen partido ante el Racing Club, al que superó de punta a punta en La Bombonera, por lo que el 2-0 final quedó corto como reflejo de lo que fue el desarrollo del juego. El equipo de Carlos Bianchi ejerció una presión coordinada en la mitad de la cancha, hizo circular la pelota con fluidez y al contagio de Gago fueron pocos los que no entraron en el circuito colectivo, y sólo queda por señalar la exigua diferencia en el marcador como pecado para una actuación que debió haber estado coronada por más goles. Racing, en ningún momento encontró el partido, estuvo expuesto a una goleada, no encontró el balón en la mitad de la cancha, no tuvo respuestas sólidas en defensa y casi no llegó al área del adversario.
Boca impuso una clara superioridad durante casi todo el primer tiempo sobre Racing. El gol llegó a los 16 minutos, en acción que comenzó Gago ante Diego Villar, con un pase largo para Martínez, quien desbordó por izquierda y tiró el centro atrás para que llegue de frente Sánchez Miño y con cabezazo al lado del poste derecho marque el primer tanto del cotejo. Las características del segundo tiempo fueron similares al del primero, con muy marcadas distancias entre un equipo y otro.. Después fue todo de Boca.
Finalmente, el tanto cayó por decantación y fue a los 22, cuando Jesús Méndez después de un tiro de esquina colocó un centro desde la izquierda que desvió el uruguayo Ribair Rodríguez y por el mismo medio conectó Gigliotti. Racing nunca reaccionó y Boca pudo haber llegado al tercero a los 35 minutos, en una maniobra muy lúcida de su figura central, Gago, quien llegó hasta el área a recibir una pared y picó la pelota por arriba de Saja, pero como estaba algo exigido, le permitió al arquero impedir lo que hubiese sido un golazo.