Viejos son los trapos. Greipel, un ‘gallo viejo’ se impuso a los ‘carasucias’ del grupo de embaladores, como el australiano Ewan y el colombiano Gaviria.


El velocista alemán Andre Greipel (Lotto Soudal) apeló a toda su experiencia para imponerse en la segunda etapa del Giro de Italia del Centenario, tramo en el que el argentino Maximiliano Richeze (Quick-Steep Floors) culminó en el puesto 14, con el mismo tiempo del ganador.

El alemán fue el más rápido en la meta de la localidad sarda de Tortolí, imponiéndose a las jóvenes amenazas de Gaviria y Ewan y, además, se vistió como nuevo líder de la general.
Fueron 221 kilómetros de etapa y toda la emoción se concentró en los últimos metros.

Podría pensarse que fue una etapa de transición, pero con tanta extensión y el viento durante gran parte del día, sumando el desnivel acumulado, se convirtió en una jornada muy dura. Al igual que en la etapa del viernes, una escapada formada en los primeros kilómetros protagonizó la contienda. Koshevoy (Wilier Selle Italia), Daniel Teklehaimanot (Dimension Data), Evgeny Shalunov (Gazprom) y Simone Andreeta (Bardiani), fueron quienes preocuparon al pelotón.

El eritreo Teklehaimanot, que repetía en la escapada, fue uno de los más activos del día y logró en primer lugar el puerto más duro del día, el de Gemma Silana (2ª), con lo que se convirtió en el nuevo rey de la montaña de este Giro y el primer africano en lograr tan preciada ’maglia’. El del Dimension Data midió bien la distancia para disputar esos puntos, ya que el pelotón estaba ya encima. Coronada la ascensión todavía restaban 47 kilómetros a meta, en su mayoría en descenso. Fue ahí donde el Bahrain de Nibali decidió comandar el gran grupo para liderar la extensa bajada y poner en apuros a sus rivales de la general. Casi logró dejar fuera de combate a uno de ellos, el ruso Zakarin. El líder del Katusha se vio sorprendido en un corte y tuvo que utilizar a todos sus compañeros para reenganchar con el gran grupo en el último kilómetro para la meta.

En la recta final, de 2 kilómetros, los sprinters, tomaron el protagonismo. El Orica colocó bien a Caleb Ewan, pero al australiano se le salió la cadena y tuvo que renunciar al triunfo.

Gaviria lanzaba su apuesta, pero fue claramente superado por Greipel que le tiró encima todos sus galones y experiencia para ganar con absoluta autoridad su séptima victoria de etapa en quinta participación en el Giro de Italia. Un triunfo que lo convirtió, además, en el nuevo líder de la general de la ‘corsa rosa’.
 

Terreno llano

Tras dos etapas de las denominadas de ‘media montaña’, donde los escaladores no pudieron sacar ninguna ventaja porque los velocistas pudieron mantener su rueda. La última cita en la Isla de Cerdeña tendrá características totalmente llanas, por lo que se supone será de las consideradas de transición.

En el tercer esfuerzo, que tendrá 148 kilómetros, los ciclistas llegarán a la ciudad de Cagliari, en una etapa que también puede tener un final con embalaje masivo, antes del primer día de descanso, que será mañana.