La ansiedad sigue teniendo alimento en Puyuta. Ya van 156 días sin victorias como local en el Argentino A para Sportivo Desamparados pero del empate 1-1 de hace 10 días contra Alumni al 1-1 de anoche contra Juventud Antoniana de Salta, hay un sabor diferente. Es que Sportivo se quedó con el grito atragantado de un triunfo que esta vez mereció pero con la conciencia tranquila de que dejó todo lo que tenía para ganar. No le alcanzó. Ni siquiera la atropellada del final cuando con tres jugadores más, puso a los salteños contra las cuerdas y estuvo a milímetros de cantar victoria.
El comienzo sanjuanino fue a toda orquesta y al minuto, Lamberti obligó a la primera tapada de Aguiar tras un centro de Ceballos. A los 3′, Gonzalo Parisi dejó sin reacción al arquero salteño tras conectar un centro de Lamberti. Mejor, imposible. Dos llegadas, un gol. Como para enderezar el rumbo de entradita. Desamparados mostró orden y mucha actitud pero poco a poco cometió el error de replegarse demasiado para aguantar ese 1-0 que cotizaba a precio oro en el presente puyutano. Juventud Antoniana fue sin ideas y la más clarita del primer tiempo la tuvo en un tiro libre de César González que Mingolla sacó al córner. Sportivo esperó su momento y en el mismo cierre de la etapa inicial casi duplica su ventaja cuando Marcos Quiroga no pudo definir cómodo después de un pase bárbaro de Parisi.
En el complemento, Antoniana salió resuelto a empatar. Se adelantó, presionó y a los 8′ se encontró con la igualdad tras un discutido penal que el árbitro Presa sancionó sobre Navarro, cuando vio una infracción que pareció fuera del área. El 1-1 puso nervioso a Sportivo. Ya no hubo tanta claridad y el partido entró en zona de lucha con mucho roce y demasiadas palabras. En ese contexto, el negocio era salteño pero sobre la recta final del partido, Sportivo reaccionó. Se fue encima del rival y lo arrinconó. Tuvo un par de chances claras con Palomeque primero y luego con Tambussi, pero recién en el largo descuento que marcó el árbitro del partido, Desamparados se codeó con su primera victoria. La más neta de todas fue a los 50′ cuando Franco Gizzi armó un jugadón por izquierda y metió en centro atrás, servidito, para que alguien conectara al gol. Entraron tres de Sportivo pero ninguno pudo definir. No era la noche del triunfo. Esta escrito, pero a pesar del empate, Desamparados cambió la cara. Y eso, a esta altura del campeonato en el que le pasaron tantas cosas malas, no es poco cosa.