El seleccionado de Holanda venció a Dinamarca por 2-0 en su debut en el Mundial por el Grupo E.

En el comienzo del partido, Holanda se mostró más ambicioso que su rival merced a su prolijo trato de balón, aunque su falta de profundidad lo privó de contar con importantes oportunidades de convertir.

Recién a los 19 minutos, Van der Vaart contó con la primera chance, pero su remate desde la medialuna del área rebotó en un defensor y se fue desviado.

Dinamarca, por su parte, más cauteloso en el planteo, contó con mejores y más francas llegadas en la primera parte, pero la primera incursión en el área del conjunto naranja fue a los 22′ con un disparo de Enevoldsen que se fue muy por arriba del travesaño.

Por el lado de Holanda, la jugada más clara la tuvo en sus pies Robin Van Persie, delantero del Arsenal de Inglaterra, que no pudo acomodarse para su perfil zurdo y su remate de derecha dentro del área se fue al lado del palo.

El segundo tiempo fue otra historia y eso se debió en gran medida a la fortuna, que esta vez se vistió de naranja y le permitió al conjunto dirigido por Bert Van Marwijk abrir el marcador cuando todavía no se jugaba el primer minuto de juego.

Un centro de Van Persie desde la izquierda del ataque holandés fue rechazado defectuosamente de cabeza por el defensor danés S.Poulsen y la pelota, tras rebotar en la espalda del central Agger, dio en el palo e ingresó en el arco del correcto Soerensen.

A partir de ese momento, todo se tiñó de naranja, porque Dinamarca no pudo volver a enhebrar jugada de riesgo alguna y el conjunto holandés dominó y dispuso de las mejores chances para aumentar el marcador.

Dinamarca se apresuró a agotar todos sus cambios, pero el ingreso de los delanteros Gronkjaer y Beckmann, y luego del juvenil Eriksen, el jugador más joven del torneo ecuménico, no alcanzaron para revertir la situación.

A falta de cinco minutos para el final, Holanda encontró en el marcador un premio a su constante búsqueda, cuando una gran habilitación de Sneijder encontró a Elia de cara al gol. El joven remató cruzado, la pelota dio en el palo y Kuyt la empujó al fondo del arco para estirar la ventaja.